Masticar los zapatos de un vecino le costó que cortaran sus patitas con una sierra

Cola tenía apenas un año y vivía junto a su dueña y dos perros más en Bangkok, Tailandia. Era un perro inquieto, como cualquier cachorro de su edad, travieso y juguetón. Una tarde se escapó de la casa y se metió en la del vecino, encontró un par de zapatos y decidió masticar uno de ellos.

El vecino fue a quejarse por el daño causado, exigiéndole a la dueña que le pagaran por los zapatos arruinados, y la madre humana de Cola se comprometió a pagar los daños causados. Pero, desgraciadamente, el vecino no estuvo satisfecho con eso y más tarde ingresó a la propiedad para atacar a Cola y le amputó las dos patas delanteras con una sierra.

Cuando la dueña vio a su perro casi moribundo y culpó al vecino, éste la amenazó con matar a sus otros dos perros.

Así encontró a Cola su dueña, luego de ser brutalmente atacado por el vecino.

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Por el ataque, el hombre sólo recibió un mes en prisión.cola-perro-sin-patas-4

Entonces contactó a Soi Dog Foundation para recibir ayuda legal, lo que provocó que la Policía se involucrara y el vecino fue procesado bajo las leyes de Bienestar Animal, debiendo cumplir un mes en cárcel por atacar al perro.

En Soi Dog llevaron a Cola a un especialista, que salvó su vida y que además le colocó dos prótesis para que el perro pudiera hacer una vida normal. Pero mientras tanto el perro está en la Fundación, donde está encarando su recuperación tras el terrible ataque y su nueva vida.

Cola fue atendido por los veterinarios y la policía tomó la denuncia.

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Los profesionales hicieron todo lo posible para salvar su vida.cola-perro-sin-patas-3

A pesar de que trataron de salvarle una de las patas, lamentablemente perdió las dos.cola-perro-sin-patas-5

El perro pronto se estabilizó y empezó a recobrar la salud.cola-perro-sin-patas-6

Pero su recuperación fue lenta.

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Soi Dog Fundation

Y cuando estuvo recuperado, le colocaron las prótesis para que volviera a caminar. Aquí está junto a Gill, su nueva dueña.

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Este es el video de Cola con sus nuevas patas, las que le permiten moverse y volver a tener una vida activa.

Cola ahora vive con Gill Dalley y John Dalley, cofundadores de Soi Fundation, quienes es encariñaron con el perrito y quisieron cuidarlo para siempre.

Janis Rosenthal

Si quieres ayudar al equipo de Soi Dog, ingresa en este link para ver cómo puedes hacerlo.

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