Una mujer sale a su jardín y una bola de pelos diminuta empieza a suplicarle ayuda

Hace un par de semanas en la localidad de Pensacola, en el estado de la Florida una mujer iba a dejar salir a sus gatos al patio trasero como es costumbre en su hogar, pero vio que en su jardín había una bola extraña y se acercó a observar de qué se trataba.

La mujer, que lleva por nombre Sandi Zani, creía que se podría tratar de un pajarito herido o quizás muerto, pero al acercase vio que esa figura extraña y redondeada empezó a moverse, la bola estaba respirando y soltando algunos gemidos.

Sandi Zani no creía lo que estaba viendo en ese momento, su investigación concluyó y se dio cuenta que la pequeña bola extraña entre los arbustos era un gatito de apenas días de nacido. Sandi se muestra extrañada y explica que su patio trasero se encuentra totalmente cercado y no hay forma de entrada, menos para un animalito tan pequeño.

Por ahora, la entrada del pequeño animal a la mitad del patio trasero de la casa de Sandi Zani no tiene explicación. La única teoría que se tiene es que la mamá gata lo llevaba con ella a otro lugar y el pequeño gatito cayó entre los arbustos o le dejó allí de forma intencional, pero sin importar algo más sobre cómo llegó el gatito. Sandi y sus gatos están muy felices con la llegada de este nuevo integrante de la familia.

Zani comenta que los gatos lo recibieron con las patas abiertas, han sido muy amistosos con él y se han encargado de explicarle cómo se lleva la vida siendo un lindo gatito.

Ahora el gatito tiene muchos compañeros de juegos y travesuras, ha crecido bastante rápido gracias a que cuenta con comida y ahora duerme cálidamente. El pequeño gatito fue llevado al veterinario al día siguiente de cuando Sandi lo encontró en su patio.

El médico veterinario estimó que el gatito tenía aproximadamente una semana de vida, por ello no tenía ningún diente.

Una de las indicaciones del veterinario es que era necesario poner atención a la dieta, la cual debía ser estrictamente líquida y preferiblemente leche cada tres horas, por esa razón Sandi dejó encargada a una amiga para que alimente al gatito cuando ella se encontrara en el trabajo.

El gatito tiene hogar nuevo y nombre nuevo, se llama Kieran y está rodeado de muchos gatos que ahora son sus compañeros de juego. Zani está contenta por tener la oportunidad de tener a otro gato en su vida y está feliz al verlo crecer.

Cuenta que no ha sido la primera vez que ha adoptado a los gatos que aparecen en su jardín, explica que a los dos gatos mayores machos los encontró en su jardín cuando tenían seis meses. Sophia, la gata hembra, fue abandonada en la salida de su trabajo y así Sandi ha conformado toda una familia felina.

El pequeño Kieran come bien y va ganando peso cada día que pasa, en tan solo semanas ha pasado de 220 gramos a los 380 gramos.

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