Tres mimados perritos acaban en la calle, lloraron 18 meses afuera de su hogar

Fred, Ricky y Ethel no podían imaginar que sus días felices de ser los mimados del hogar terminarían algún día.

Fred

Eran solo unos cachorros. Y, ¿qué criatura es capaz de entender a tan tierna edad que su papá humano podría faltarle algún día?

Ricky y Ethel

Pero, tristemente es lo que le sucedió a este amoroso trío. Y así, aunque parece increíble, de la noche a la mañana su dueño falleció y ellos se quedaron sin un techo, ni una manta con la que cobijarse, ni una mano amiga a la que arrimarse.

Los mimados perritos mestizos acabaron injustamente en la soledad de las calles

mimados

Definitivamente, era algo para lo que no estaban preparados. Eran perritos acostumbrados a las caricias, al amor y a los desvelos de su dueño.

Pero no hubo nadie quien se diera cuenta de eso, y fueron tirados a la calle como si de algo inservible se tratara.

Su corazón quedó roto en mil pedazos

Como era lógico, ¿Qué podían saber ellos de valerse por sí mismos en las calles, ni de peleas callejeras, ni de cómo conseguir comida?

No sabían nada de eso, sólo que echaban de menos a su dueño con todas sus fuerzas.

Es por eso que sin perder la esperanza de que hubiera sido una broma de mal gusto, se los pudo ver merodeando la propiedad donde vivieron junto a su humano favorito.

Allí permanecieron 18 meses llorando hasta que regresara, pero tristemente eso jamás sucedería.

Afortunadamente, los voluntarios del grupo de rescate «Hope For Paws» fueron contactados para que hicieran algo al respecto.

Sus corazones se rompieron al ver cómo unos perritos que siempre fueron consentidos ahora vivían en las calles.

El más afectado de todos era Fred, cuando llegaron los rescatistas vieron que no se apartaba para nada de su antiguo hogar.

Mientras que Ricky y Ethel, en ese momento trataban de buscar algo de comida en las afueras de un centro comercial.

Salvar a cada perrito supuso un verdadero reto

«Después de tanto tiempo sin afecto no sabía cómo reaccionarían al tacto», dijo uno de los rescatistas.

Pero de pronto comenzó a suceder lo impensable…

De su actitud hostil y salvaje del inicio, pasaron a mostrar la ternura que siempre les caracterizó.

¡Cómo echaban en falta esas caricias de un humano en quien confiar!

A Ricky y Ethel los atrajeron con comida, pero no parecía funcionar. Hasta que finalmente una dulce caricia en su barbilla fue todo lo que necesitó Ethel para dejarse derretir.

Era como si dijera: «¡Cuánto lo extrañaba!»

Una vez capturados con sus collares los llevaron al refugio, donde sintieron la comodidad de un sofá por primera vez en más de un año.

Se acurrucaron entre los tres rogando nunca más pasar por algo así

¡Es realmente conmovedor ver su esponjoso pelaje desvanecerse, cayendo rendidos a la mínima expresión de cariño!

Sus caritas dulces, derritiéndose de amor ante el mínimo contacto humano, conmueven a cualquiera

Aquí puedes ver el magnífico rescate de estas 3 preciosuras que sólo derrochan amor:

Cuando se reunieron los 3 en la seguridad del refugio se podían ver hasta lágrimas de felicidad en sus caritas.

La buena noticia es que ahora están en hogares de acogida y pronto se espera que consigan un hogar para siempre, ojalá que juntos los tres.

Esta preciosa historia sólo nos demuestra la capacidad de amar que tienen los perritos, y cómo sufren cuando los seres que adoran desaparecen. Nos alegra que su dueño los haya tratado con tanta devoción, seguro que desde el Cielo se empeñará en interceder para que sus consentidos terminen en un hogar perfecto para siempre.

Es un conmovedor rescate que revela que todo perrito está hecho para amar, ojalá que todos pudieran tener el mismo destino que Fred, Ricky y Ethel.

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