Adoptan al último perro rezagado que nadie quería después de un evento de adopción

Un evento de adopción masivo que parecía ser un día más de rechazo y tristeza para anciano perrito discapacitado se convirtió en un verdadero milagro. Todo esto, después de que una generosa pareja decidiera adoptarlo y brindarle una nueva oportunidad de vida.

El nombre de este amiguito es Bryan, un pastor alemán discapacitado que parecía haberse acostumbrado al rechazo y la soledad.

Aunque Bryan había sido muy amado por los voluntarios del refugio de la Best Friends Animal Society, él no era el preferido por las familias que acudían en busca de una mascota. Por lo general las familias prefieren cachorros o perritos sanos que no necesiten cuidados especiales, cosa que no ocurría con Bryan.

Este amiguito es un pastor adulto que requiere cierta atención debido a su ceguera, aunque no por eso deja de ser amoroso y divertido.

En un evento organizado por la BFAS y Zappos en ocasión del popular Black Friday celebrado en el mes de noviembre, la suerte de Bryan cambió totalmente. Durante la jornada todos los perros habían encontrado un hogar pero aún quedaba una jaulita llena, esa en la que habían llevado al pastor alemán de esta historia

Bryan había pasado por cosas lamentable pues antes de llegar al refugio fue rescatado del patio trasero de una casa en el que se mantenía con una cadena todo el día sin recibir alimentación.

La criatura estaba desnutrida al ser rescatada por los voluntarios de Emergency Animal Medical Technician (EAMT) del Abused Homeless Animals (AHS).

Los días oscuros de este amiguito terminaron en ese evento de adopción pues una mujer llamada Patti Mooers y su esposo se conmovieron al ver al perrito solitario. Aunque él nos pudiese verlos, la conexión fue mutua pues Bryan los besaba al sentir los mimos y caricias de la pareja.

Los Mooers no sólo eran amantes de los perritos sino que tenían experiencia en el cuidado de animales discapacitados.

El pastor alemán que habían tenido antes utilizaba una silla de ruedas, tras perder la movilidad de sus patas traseras y eso los convirtió en unos dueños más pacientes e informados sobre las necesidades de las criaturas.

Al llegar a casa, la Bryan comenzó a familiarizarse con los objetos y la pareja dispuso todo para que el can se adaptase fácilmente al espacio. “Está oliendo todo. Aún se topa con algunas cosas, pero parece estar realmente contento”

¿Quieres hacer algo por ellos? Comparte esta historia y haz posible que el ejemplo de esta mujer se multiplique. Todos merecen un hogar feliz.

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