Arriesga todo en plena guerra y dedica su vida entera rescatando a perritos que todos rechazan

El amor por los perritos va mucho más allá de darles una caricia o admirarlos desde la distancia. Ellos, al igual que las personas necesitan que le demuestren su amor con las acciones, algo que Saeed el Aer hace muy bien. Saeed es un hombre palestino de 45 años, quien ha decidido pasar su vida rescatando perritos en la Franja de Gaza.

Los perros son considerados animales impuros en el Islam.

Seed es conocido como “El Doctor Dolittle palestino”, se ha convertido en el ángel guardián de los peluditos más vulnerables. Para nadie es un secreto que Gaza enfrenta múltiples problemas, no solo es un territorio que acogió millones de personas refugiadas, tiene problemas de vivienda, luz y agua. Algo que hace que el día a día sea más difícil para las personas de la zona, pero aún más, para los perritos abandonados.

Algunos señalan que se debe a que el profeta Mahoma fue atacado por un perro.

Por ello, el hombre dedica su vida a salvar tantos perritos como pueda para ofrecerles una mejor vida. Pasa meses recorriendo las calles de Gaza, ubica los perritos, se gana su confianza, les da atención médica si lo requieren, techo y comida. Esto es solo el principio, Seed el Aer también se encarga de buscarles un hogar donde sean tratados con amor y respeto.

Al Islam le cuesta aceptar a los perritos como un miembro más de la familia.

La pasión por los perritos es tan grande que Seed el Aer ayudó a fundar Sulala Association For Animals Care, una especie de granja donde muchos voluntarios participan para poder atender a todos los perritos. Los primeros días los perros permanecen atados hasta que logren adaptarse al nuevo espacio y reconozcan a los colaboradores. Después corren libremente por la granja.

La organización está ubicada en Zahra, al sur de Gaza.

Cuando Seed llega con su auto todos los perritos lo reconocen y salen corriendo hacia él. Al hombre no solo le causa felicidad poder ayudar a los perritos, está sorprendido con la cantidad de personas que quieren visitar el refugio y darles de comer a los indefensos peluditos. Aunque el Islam no prohíbe mantenerlos como mascotas, quienes tienen perros nunca los tienen dentro de las casas.

Seed el Aer intenta que más personas se convenzan que los perritos son seres sensibles y perceptivos.

Afortunadamente, el refugio se ha vuelto popular en el territorio palestino y muchas personas se acercan para ofrecerse como voluntarios. Les dan de comer, ayudan a domesticar y los pasean por las calles del Zahra.

Cada persona que se suma hace la diferencia para mejor la atención hacia los perritos.

Cada adoptante debe firmar un contrato en que Seed el Aer establece lo siguiente:

«Tienen que alimentarlo, darle de beber y no pegarle bajo ningún concepto. Aquellos que adopten y no pueden cumplir esas reglas nos pueden llamar e iremos a traerle de vuelta a la granja”.

Esta maravillosa causa empezó como una pequeña semilla que hoy da los mejores frutos. Deseamos más personas se unan y se motiven adoptar a un perrito que tanto lo necesita.

Hacer la diferencia está en nuestras manos. Comparte esta historia en tus redes para que más personas se sientan inspiradas a seguir los pasos de este gran hombre.

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