Aunque ya no tiene fuerzas para nadar se las ingenia para alcanzar su juguete en la piscina

Kristine Briggs tiene desde hace años a una peludita llamada Cassidy. Siempre tuvo mucha energía y adoraba estar el día entero jugando y haciendo travesuras. Sin embargo, los años han transcurrido y ahora la perrita pasa más tiempo tomando siestas y disfrutando de la comodidad del sofá. Sin embargo, hay algo que no ha cambiado y es el amor de Cassidy por el agua.

«Cassidy es adicta a nadar», dijo su dueña.

Ella cuenta con una piscina en su casa para poder nadar todo lo que le apetezca, pero últimamente no tenía las fuerzas suficientes.

Por suerte, nada que una astuta peludita no pueda solucionar. Un día, Kristine comenzó a notar que su perrita estaba nadando durante mucho más tiempo de lo normal.

«Estaba sorprendida por la cantidad de tiempo que parecía mantenerse a flote», dijo Kristine.

Sabía que desde hace meses, Cassidy se cansaba más rápido al nadar, pero le pareció maravilloso que lograra recuperar sus fuerzas de antes. Lo que no podía imaginar era que su mascota había aprendido un pequeño truco para disfrutar de más tiempo en la piscina sin tener que hacer el esfuerzo por mantenerse a flote.

“Los perros nunca dejan de sorprendernos con su capacidad para aprender cosas nuevas”, comentó un usuario en las redes.

Cassidy estaba jugando como siempre. El único inconveniente es que muchas veces su juguete se queda atascado en el sistema de limpieza y la graciosa perrita tiene que pedir ayuda.

En ocasiones puede recuperarlo ella misma, pero de lo contrario comienza a llamar a su mamá para darle claras señales de lo que está pasando.

Cassidy lanza su propio juguete al centro de la piscina y lo va a buscar nadando.

Kristine se acercó a la piscina y vio que algo raro estaba sucediendo. Cassidy había pasado más tiempo allí de lo esperado y también se estaba moviendo con mucha facilidad.

Fue entonces cuando dio un vistazo bajo el agua y descubrió que la graciosa perrita estaba caminando con sus patitas traseras apoyadas en el suelo. Había aprendido a caminar en el agua como los humanos y parecía demasiado feliz.

“Cuando salí de la piscina me di cuenta de que en realidad estaba de pie. Fue demasiado gracioso. Me parecía muy lindo y no podía parar de reírme”, dijo Kristine.

Algo tan sencillo como esto resulta maravilloso para que la linda perrita pueda disfrutar al máximo de su pasatiempo favorito. Está claro que la edad es sólo un número y Cassidy hará lo que sea necesario para poder seguir disfrutando sus relajantes sesiones bajo el agua.

¿Qué opinas de la astucia de esta linda perrita? Nunca debemos juzgar a los peludos por su edad. Todos merecen amor, diversión y protección. ¡Comparte!

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