Un curioso ciervo dálmata huérfano está robando el corazón de miles de personas

Lo diferente siempre destaca ante la vista de los demás; nos llama la atención todo lo que no es común en nuestras vidas y un ciervo nada común llamó la atención de muchas personas en las redes sociales.

Boo es un ciervo que ha causado sensación en su granja y en más de 78.000 personas que lo siguen en una cuenta de Instagram dedicada a él y a los demás ciervos con quién convive. Fuzzy Fawn es un santuario que rescata, rehabilita y libera a los venados que necesitan ayuda.

Boo destaca por tener el pelaje de un color muy singular para ser un ciervo. Normalmente su pelaje es de diversos tonos de marrón, pero en cambio Boo parece un dálmata. Así es, en su piel hay un extenso color blanco con algunas manchas negras.

El santuario donde vive Boo se llama Fuzzy Fawn y es administrado por Leondra Scherer, donde se dedican al rescate voluntario de los venados cola blanca para volverlos a adaptar a la vida silvestre. En julio del año pasado se encontraron con Boo. El pobre solo tenía una semana de vida y estaba huérfano porque su madre había sido atropellada por un coche.

Scherer informa que el pequeño tiene ese color tan peculiar porque sufre una condición genética llamada piebaldismo. Esta enfermedad es poco común en los ciervos, dónde solo un 2% de su población está expuesta a padecer esta mutación que afecta a la despigmentación total del cuerpo, a excepción de los ojos.

“Hay muchas variaciones de coloración, algunos ciervos son casi completamente blancos pero no son albinos. Además de la coloración muchos de los que sufren piebaldismo tienen otras condiciones: arqueamiento de la nariz, piernas cortas y arqueadas, arqueamiento de la espalda, mandíbula inferior corta y varios problemas internos. Las condiciones observables de Boo son la nariz, la espalda, las piernas cortas y una pierna extremadamente arqueada. Voy a ver si con un yeso ayudaría a enderezarlo”, comenta la experta.

Para dar con el diagnóstico correcto y saber cómo tratar la enfermedad de Boo, Scherer habló con muchos de sus amigos veterinarios y con el Centro de Rehabilitación de Fauna del Arca de Nora para decidir si dejarlo crecer sin un yeso en su pierna más corta.

La salud de Boo va mejorando cada vez más y ha sido de gran ayuda para los demás ciervos porque gracias a su belleza única ha logrado llamar la atención de la gente y el santuario Fuzzy Fawn se ha hecho muy conocido.

Instagram / Fuzzy Fawn

El santuario ha crecido en seguidores y donaciones. Ahora hay más apoyo en la rehabilitación de los venados pertenecientes al estado de Nueva York. Además Scherer ha logrado motivar y contactar con otros rehabilitadores del país.

Si quieres ayudar a Boo y a otros ciervos del centro puedes dirigirte a sus instalaciones o hacer una donación y conocer mejor las actividades del santuario aquí.

¡Su belleza es única! No te vayas sin compartir esta bonita historia de rescate

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