Buscan al sujeto que le gastó una broma a su perrita haciéndola correr atada a un auto en marcha

Los golpes, lesiones físicas, los gritos y el rechazo son sólo algunos ejemplos de los dañinos e indignos tratos que puede llegar a experimentar una mascota. Pero tal vez ninguno se compare con lo que debió pasar esta pequeña e inocente perrita.

En la carretera que conduce a través de Lochgelly, una localidad situada en Fife, Escocia  (Reino Unido), fue captado un video en el que se puede observar a un pobre perrito corriendo al lado de un automóvil, atado y obligado por el despiadado conductor.

Desde la publicación de las perturbadoras imágenes, todas las unidades policiales de la zona se encuentran tras la pista de quien haya sido capaz de cometer un acto de esta naturaleza contra un ser vivo inocente.

Las escenas causaron el rechazo unánime de los usuarios de las redes sociales, con cientos de expresiones de repudio por parte de los amantes y defensores de los animales.

“Esto es el colmo de la estupidez. Esta persona, sea quien sea debería ir a prisión”, puede leerse en uno de los comentarios.

En otras expresiones, se hace referencia al peligro que reviste una “broma” como esta para el indefenso animal, tanto física como psicológicamente, pues, a decir de algunos espectadores puede notarse claramente el miedo del animalito mientras el automóvil avanza y ella con él.

“Casi no puedo creer lo que estoy viendo. Esto puede parecer divertido para algunas personas, pero la perrita estaba absolutamente aterrorizada. También es extremadamente peligroso y el colmo de la estupidez. Es increíble que cualquier humano pueda tratar a los animales así en esta época. Es repugnante”, escribió otro usuario.

Sin embargo, lo más curioso es que, a pesar de existir un vídeo del suceso, según los informes de la SPCA escocesa no se ha recibido ninguna denuncia relacionada con el incidente. De todas maneras, la policía continúa investigando las imágenes a la caza de quien haya cometido este infame acto.

El daño físico o psicológico deja secuelas en el animal que lo recibe. El comportamiento de quien ha padecido abusos cambia, en especial si estos se prolongan en el tiempo.

Un can desconfiado, con problemas para relacionarse con otros animales o personas de su entorno, e incluso ciertos tipos de agresividad, pueden ser señales de que el perro ha sido agredido de alguna forma y que, por lo tanto, necesita ayuda.

Abusar de un animal es una conducta indigna y deplorable. La paciencia y las repetidas demostraciones de cariño serán clave para ayudar a la mascota afectada a que confíe en su nueva familia.

Este es el video del momento que ha dado tanto de qué hablar en las redes:

Comparte esta historia con tus familiares, y no dudes en levantar la voz cuando seas testigo de actos como este. Ayúdanos a crear conciencia.

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