Dos gatitos rescatados de las calles se niegan a seguir viviendo uno sin el otro

La mejor idea para una persona que quiera adoptar gatos, créanlo o no, es adoptar dos, sobre todo si son hermanos tan cercanos como los de esta historia.

Todo comienza en las calles de la hermosa ciudad de Montreal, Canadá, donde una mujer identificada como Irene halló a dos gatitos que yacían acurrucados uno junto al otro para protegerse del frío.

Todo parecía indicar que ambos habían sido dejados a su suerte, ya que no había más mininos a su alrededor, y su mamá gata también estaba ausente. Estaban famélicos, muertos de hambre y muy golpeados por el intenso clima, pequeñitos como eran, requerían de cuidados las 24 horas del día.

Sin embargo, con amor se las arreglaron para sobrevivir y mantenerse calientes apoyándose mutuamente. Irene, literalmente los rescató del abismo, los tomó en sus brazos y los llevó a su casa para alimentarlos con mucho cuidado y dedicación cada dos horas con biberón.

Una vez que los gatos crecieron y juntaron fuerzas suficientes incluso para alimentarse por sí mismos, su salvadora apeló al Chatons Orphelins Montreal, un refugio para felinos local en donde la pareja pudiera obtener la atención médica necesaria y la oportunidad de disfrutar de una vida mejor.

“Estos gatitos tuvieron mucha suerte. Irene los llevó a casa justo a tiempo y los cuidó hasta que recuperaron la salud”, compartió Celine Crom de Chatons Orphelins Montréal.

Cuando llegaron al rescate, los voluntarios se dieron cuenta de inmediato del fuerte vínculo entre ambos hermanitos, llamados Merlot y Mojitos, quienes salieron como flechas a inspeccionar todo a su alrededor, sin separarse el uno del otro.

“Los dos hermanos siempre han sido muy cercanos. Se siguen a todas partes”, añadió Crom.

Mojitos es de color gris y Merlot, parece una pantera, ambos sienten mutua admiración y el uno es ejemplo del otro. Les fascina dormir acurrucados en lo alto de un árbol. Son como dos gotas de agua en el mar, dos guisantes en una vaina. Si uno salta, el otro inmediatamente lo imita, siempre juntos, para arriba y para abajo.

“Su relación es hermosa de ver. Adoran a la gente y esperan juntos en la puerta hasta que sus humanos regresen del trabajo”, dijo finalmente Celine.

Mojitos es el más extrovertido de los dos, no le teme a nada y hará lo imposible por atrapar cualquier cosa que se mueva cerca de él, solo piensa en jugar. Ama todo tipo de juguetes y los abrazos, pues, ¡le hacen ronronear de felicidad!

Merlot, en cambio, filosofa acerca de todo lo que hace su hermano juguetón y después de un análisis previo intenta seguirle. Sin embargo, es un poco tímido, pero ambos se complementan a la perfección.

Merlot y Mojitos se han apoyado desde que fueron encontrados en la calle. Codependen el uno del otro de por vida, son inseparables y en el centro de adopción lo sabían. No había corazón que pudiera separar al dúo dinámico, sabían que uno sin el otro podrían morir de tristeza.

Por ende, cuando ambos estuvieron listos fueron ofrecidos a una familia que de inmediato se enamoró de ellos, mientras Merlot y Mojitos al fin vieron su sueño de un nuevo hogar lleno de amor y afecto hacerse una realidad, juntos, siempre juntos.

Vale la pena amar y respetar a las mascotas, en este caso supieron valorar lo que más les hacía felices y mantener juntos a los hermanos. Así les agradecieron su lealtad y la alegría que ofrecen, comparte este emotivo rescate.

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