El poni más pequeño del mundo sufre tras ser rechazado por su mami pero dos perritos lo adoptan

Aunque la maternidad en un instinto arraigado en muchas criaturas, también existen otras a los que parece la naturaleza no dotó con tal llamado. Por cuestiones aún incompensibles para muchos, existen especies que suelen dejar a sus hijos de lado y más aún cuando estos nacen con alguna patología que los ponga en desventaja.

Este tipo de rechazo experimentó un indefenso pony que ahora intenta superarlo.

Se trata del amable y dulce Peabody, el poni más pequeño de la nueva camada que tuvo su madre en el criadero Rucker Creek, de San Diego en Estados Unidos.

El pobre era incluso más pequeño que otros caballos miniatura y esa anomalía fue detectada por su madre biológica al instante.

Por cosas de la naturaleza, aún incomprensibles para nosotros, la poni decidió dejar al pobre Peabody de lado. Lo bueno es que él no estaba del todo solo, pues a su alrededor había gente dispuesta a ayudarlo.

La dueña del rancho Faith Smith se dio cuenta de la situación y no iba a dejarlo solo.

Peabody es el poni más diminuto de todos, tanto que Smith decidió criarlo como una criatura doméstica. Sí, el pequeño vive dentro de la casa del rancho.

“Peabody es el caballo más pequeño del mundo a su edad. Los caballos nunca son animales de interior, pero Peabody es tan pequeño que nunca podría vivir fuera a menos que crezca, y no estamos seguros de que lo haga. En la actualidad, vive dentro de la casa con los perros”, dijo Faith Smith.

Ahora que cuenta con un techito y una familia, la vida de este pequeño huérfano cambió para siempre. Peabody comparte no solo con humanos, sino con unos peludos que se han hecho sus hermanos.

Los tres perros de Faith se han adaptado fácilmente a la llegada del poni y parece que lo han hecho parte de la familia.

Sin importar la diferencia de especies, el poni se ha vuelto uno de ellos.

Para la animalista es un honor contar con el pequeño poni en su hogar y está dispuesta a tenerlo para toda la vida. No obstante, espera que la criatura logre crecer algún día y desarrollarse a un tamaño normal.

“Me lo quedaré para siempre, pero espero que crezca para que pueda salir con otros caballos. De lo contrario, sólo va a ser un caballo de la casa”, dijo Faith Smith.

Nadie sabe si Peabody crecerá un poco más, pero lo que sí es claro es que hasta ahora se siente muy cómodo con su nueva vida. Su madre biológica se encuentra en la misma granja, así que puede verla constantemente pero él se siente está más cómodo con Faith y su familia.

La generosidad es el apellido de esta tierna familia, Peabody no puede estar en mejores manos. No te vayas sin compartir su historia.

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