Bombero desolado cierra los ojos de su perrita, su fiel compañera de lucha contra el fuego

Cuando se es un bombero rescatista y se tiene a cargo a un perro, la relación trasciende el mero compañerismo y se convierte en un amor y una reciprocidad inexplicables, después de tantas aventuras vividas realizando uno de los mejores y más loables trabajos del mundo: salvar vidas.

La pérdida de ese ser querido, que además fue el compañero más fiel que acompañó tus días genera en el dueño una sensación de vacío y oscuridad que son muy difíciles de llenar.

El oficial Greg Favre y su perrita Bella eran inseparables. Juntos conformaban el equipo ideal para encarar voraces incendios y garantizar la vida de cientos de personas que corrieron con la suerte de encontrarlos en su camino.

Sin embargo, una infausta noticia se cernía sobre el destino del bombero y su mascota. La dócil e inteligente Bella, fue presa de un cáncer fulminante que no le dio tregua a la noble can.

Bella era hermosa y valiente

Al enterarse del diagnóstico de su perrita, Greg simplemente se derrumbó y expresó el dolor de su alma quebrada al recordar tantos momentos vividos al lado de su amado animalito.

“Éramos inseparables. En aventuras, caminatas o llegando a un incendio”, fueron algunas de las palabras del oficial al ver a Bella partir.

Despedirse de un ser querido a través de las palabras no es tarea fácil. Sin embargo, la publicación era digna de ser catalogada como un un poema que rompía el alma a cualquiera que lo leyese, dejando entrever lo que Bella representaba en la vida de este valiente y sensible hombre, que jamás olvidaría todas sus experiencias al lado de su adorado animal.

“Hace 11 años rescaté un cachorro mientras estaba de servicio en una estación de bomberos. Durante la próxima década, nos volvimos inseparables. En aventuras, en paseos por el vecindario o sentados junto al fuego, en casa. Ella falleció en mis brazos anoche, pacíficamente, después de una lucha decidida contra esta horrenda enfermedad”, expresó Favre.

En ocasiones, aunque nos sea imposible ganar la batalla, siempre se debe el mejor de nuestros esfuerzos, ya que la esperanza es lo último que se pierde y el resultado podría ser distinto.

Favre lo sabía y junto a Bella dio lo que podía y hasta más por curar este cáncer que invadía su cuerpo, hasta que ya no pudo resistirlo más y cerró sus ojitos en brazos de su amado cuidador y compañero.

Las palabras que que dedicó Greg a Bella, fueron un homenaje a todos las aventuras compartidas. Pero sin duda lo más valioso que Bella recibió de él, fue en vida, ya que el amor que le brindó hasta el momento en que cerró sus ojitos en sus brazos, trascenderá junto a ella donde quiera que se encuentre.

Comparte este hermoso relato de un oficio admirable con tus familiares más queridos y amigos cercanos. Este fue otro ejemplo digno de un animalito que cumplió con su misión de vida hasta el final, y que no merecía sufrir por más tiempo.

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