«Ella bajó la cabecita avergonzada mientras manchaba con su piel el sofá»

«Ella bajó la cabecita avergonzada, parecía una criatura alienígena…», así empieza el impactante relato de una admirable rescatista al encontrar a una perrita en un estado tan lamentable, que pensó no sobreviviría.

Hay ángeles en la tierra, de esos que nos atreveríamos a decir que merecen ser clonados, porque si encontramos dos como esos, el mundo sería otro. Una de esas almas bondadosas es Lauren Buckley, de Alabama, Estados Unidos.

A esta mujer y a su pareja, Brook Cole, les marcó la llegada de Brooks, un perrito que fue rescatado del corredor de la muerte.

Desde entonces, estaban seguros de que hay tantos animalitos por ahí con un futuro incierto, suplicando ser ayudados, que se juraron que harían lo que fuera por seguir salvando a cuanta criatura pudieran.

Y ya lleva 6 años dedicándose a curando animalitos lesionados, enfermos o en graves apuros, pero sobre todo sanando sus corazones destrozados.

Fue así como en la víspera de la pasada Navidad, se dispuso a hacer algo por una perrita que la organización Brown Dog Coalition intentaba salvar y necesitaba ayuda urgente.

La encontraron abandonada en una zanja en las condiciones más estremecedoras

Estaba tan grave que Lauren realmente temía que sucumbiera a sus infecciones antes de que pudieran llevarla a un veterinario.

«Apestaba, no podía ver, había perdido todo su pelaje y sangraba por todo el sofá. Contuvimos la respiración durante las siguientes 36 horas…», relató Lauren una vez que fue en su rescate.

Ella hundió su cabecita en el sofá absolutamente avergonzada

cabecita

Por suerte, sus heridas todavía no eran tan graves como para no poder salvarle la vida.

Le diagnosticaron sarna demodéctica e infecciones secundarias de la piel, le recetaron antibióticos e ivermectina para combatir las infecciones y los ácaros que cubrían su piel adolorida.

Tuvo que recibir un tratamiento médico agresivo urgente, caso contrario no podría sobrevivir

Por supuesto que a la adorable Lainey, como llamaron a la perrita, nunca le faltó todo el amor de Lauren y los cuidados abnegados del veterinario.

A medida que pasaban los días, como si fuera un milagro obrado por el amor, comenzó a sanar y su pelaje comenzó a crecer nuevamente.

Antes de que se dieran cuenta empezó a surgir un ser de luz y Lainey ya era irreconocible

Su piel roja que antes se caía en pedazos, pronto se convirtió en un hermoso pelaje marrón y tostado.

La perrita pasó 4 meses bajo los más estrictos cuidados, llena de antibióticos, recibiendo baños de aceite de coco, y otros baños medicinales, haciendo de todo para que no se estresara y esa sarna sanara completamente.

Lo mejor es que Lainey ya no era otra sólo por fuera, ya no podría avergonzarse más de su aspecto ni preocuparse porque manchaba el sofá con su piel enferma.

Todo eso ya era cosa del pasado

Afortunadamente, en el mejor momento, una buena amiga de Lauren, Kelly, de Georgia, la contactó porque quería darle el hogar que siempre mereció.

«Se siente como un círculo completo. Ella y su esposo son personas increíbles y bondadosas que se enamoraron de Lainey desde el primer momento. No podríamos haber pedido una mejor familia para ella», dijo Lauren.

«Lo haríamos todo de nuevo, porque hoy podemos enviar a un perro hermoso, valiente, dulce y saludable que no tiene más que cosas maravillosas guardadas para ella», agregó Lauren sobre su labor de rescate.

En una última publicación de hace 2 semanas, compartió su dicha al entregar a Lainey a sus nuevos padres.

«¡Hoy es el día! Después de pasar los últimos cuatro meses juntos, Lainey se dirige a su hogar para siempre», escribió.

La publicación no tardó en hacerse viral acumulando más de 60.000 compartidos

Si esta historia ha calentado tu corazón no dudes en darle una oportunidad a cualquier perrito necesitado. Todo animalito debe sentir que merece vivir, que merece ser amado. Es impresionante cómo el amor obra verdaderos milagros.

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