Generalmente en nuestro primer día de trabajo solemos sentirnos algo inseguros porque no estamos acostumbrados a los procesos, las funciones y las personas. Pero para un perrito de rescate en Reino Unido fue todo lo contrario, su primera jornada marcó un precedente y su hazaña será recordada por mucho tiempo.
No todos tienen un primer día de trabajo tan exitoso
Max es un hermoso perro de 2 años producto de la mezcla de pastor alemán, está a cargo del agente de policía Peter Lloyd quien es su adiestrador. En febrero culminó su fase de entrenamiento de perro policial adscrito a la policía de Dyfed-Powys.
En su primer día de trabajo tuvo que enfrentarse a un gran reto, ayudar en el rescate de una madre que había desaparecido junto a su pequeño hijo de tan solo un añito.
Había que trabajar con mucha rapidez, de acuerdo a los informes del inspector Jonathan Rees-Jones a la mujer tenían dos días que no la escuchaban ni la veían, y para colmo su teléfono no funcionaba, sencillamente no había tiempo qué perder.
Los especialistas en búsqueda y salvamento junto al animal trabajaban afanosamente en el caso. Cualquier indicio era importante y no podía descuidarse. El hallazgo del automóvil de la madre aportó una buena señal en el caso.
«Gracias al excelente trabajo entre equipos, el auto de la mujer fue rápidamente encontrado en una carretera de montaña», dijeron las autoridades en un comunicado emitido a la prensa.
Pero no bastaba con eso, se trataba solo de un inicio y a partir de allí debían conseguirse y enlazarse más pistas que los condujeran hasta el paradero. Cada palmo del terreno debía ser revisado cuidadosamente hasta encontrarlos sanos y salvos.
«Aunque esto les dio a los oficiales una ubicación para iniciar la búsqueda, todavía quedaba una gran área por cubrir dada la cantidad de tiempo que había estado desaparecida», agregaron los funcionarios.
El preparado y valiente grupo de búsqueda contaba con un excelente equipo de rescate de montaña, un helicóptero de la policía y varias unidades terrestres adicionales de apoyo, que fueron estratégicamente desplegadas sobre el accidentado terreno.
Fue una misión muy complicada
Pero el trabajo aportado por el novato perrito fue decisivo en la operación, y precisamente su grupo localizó a las personas. Los agentes comenzaron a hacer señas a los demás para indicarles un barranco empinado y la ladera de la montaña donde estaban atrapados e indicarles por dónde debían bajar por ellos.
“Me complació mucho que, durante nuestro primer despliegue operativo como equipo de perros, Max y yo pudiéramos localizar de manera segura a la madre y al bebé desaparecidos”, relató Rees-Jones.
Los rescatados estaban en buenas condiciones generales y a salvo, y todos los policías rebosaban de alegría por la labor cumplida junto a Max. Y en ese momento comenzó la exitosa carrera como rescatista del esforzado perrito.
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