Gatita callejera cae en una máquina de un aserradero dejando conmocionados a los trabajadores

Solos, tristes, sin alimento ni un techo donde guarecerse de las inclemencias del clima, sin amor que dar o recibir… Así se encuentran deambulando miles de animales quienes son arrojados injustamente a las calles por algunas personas sin corazón en todas partes del mundo.

Esta es la historia de Hermione, una pequeña gatita callejera quien quedó atrapada en una máquina de un aserradero situado en la ciudad de Andria, Italia. Seguramente, en su búsqueda incesante de alimento, fue que ocurrió la tragedia.

Por fortuna, el animal fue advertido por uno de los empleados del lugar, quien de inmediato se acercó para socorrerla. Sin embargo, no llegó a tiempo para evitar que el rostro de la gatita quedase completamente desfigurado.

No obstante, gracias a los buenos oficios de este trabajador y un grupo de sus compañeros, la minina pudo ser trasladada hasta la clínica veterinaria Andriavet, donde lograron salvarle la vida.

“Cuando los animales son dejados en la calle, en su afán de encontrar comida para sobrevivir, a veces pueden quedar atrapados en los lugares más insospechados”, dijo el empleado.

Según se desprende de las informaciones emanadas de los portavoces del refugio de animales ENPA, ubicado en la misma ciudad, los obreros la llevaron muy herida. Sin embargo, a través de un tratamiento a base de antibióticos, logró recuperarse poco a poco.

El angustioso momento dejó varias huellas imborrables en Hermione. Si bien conservó su vida, perdió completamente su capacidad visual. Tuvo varias fracturas en la nariz, cráneo y boca, pero, eso sí, siempre conservó su esencia bonachona.

A pesar de los golpes y magulladuras sufridas después del horroroso accidente, en buenas manos, Hermione comenzó a progresar rápidamente. Se mostró muy alegre y agradecida con todos quienes la cuidaron con tanto cariño en el albergue.

“Ella es cómica, siempre está contenta”, escribieron los voluntarios que la cuidaron mientras se recuperaba.

Pasaron los días y una mañana Hermione se encontró con la sorpresa de su vida. Fue por fin adoptada por Annarita Distaso, una buena mujer y vecina amante de los animales, quien se encargará de darle todos los cuidados y el amor que todo ser vivo se merece, sin importar su condición, discapacidad o aspecto físico.

Adoptar a un animal y sacarlo del oprobio y la indignidad de las calles es un gesto valiente y generoso. Le estarás dando a este una segunda oportunidad de vida y, en contraprestación, tú ganarás el amor incondicional de un ser agradecido de recibir esa segunda oportunidad.

Tu bono extra serán una catarata de besos, caricias y pelitos que llevarás en tu ropa, para nunca olvidar que hay un ser que te espera en casa y agradece por tu vida, como si fuera la suya.

Comparte esta historia con tus seres más queridos y apreciados. Si tú también tienes en casa a alguien tan amoroso como Hermione, recuerda que, detrás de este gesto de amor hay responsabilidades que no debes dejar de cumplir.

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