Trabajador de un refugio se ve obligado a adoptar al gatito que no paraba de maullarle

Cuando Sugar, un adorable gatito, y sus hermanos llegaron a Exploits Valley SPCA en julio, el personal del centro supo inmediatamente que estaba enfermo.

Tras varios estudios, el veterinario diagnóstico que Sugar tenía un virus respiratorio que requería tratamiento, por lo que fue necesario que permaneciera en el refugio un tiempo más que el resto de su camada antes de estar listo para ser adoptado.

Este pequeño gatito conquistó el corazón de todos en el centro, y durante su proceso de rehabilitación todo el personal del refugio unió su esfuerzo para cuidarlo y atenderlo con mucho amor.

“Sugar fue extremadamente amable y sonoramente expresivo desde el principio”, dijo Sarah MacLeod de Exploits Valley SPCA.

Glen es un hombre amante de los animales que lleva 30 años trabajando en el refugio y fue uno de los integrantes del equipo de rescate que más interactuó con Sugar.

Generalmente Glen era el encargado del aseo de la habitación donde se alojaba este pequeño gatito, quien cada vez que lo veía no podía contener la emoción.

“Sugar le gritaba a Glen que dejara de trabajar y le prestara atención”, dijo Sarah.

Cada vez que Glen pasaba cerca de Sugar, el gatito maullaba sin cesar hasta que Glen finalmente le prestara atención y le expresara amor.

Durante las tres décadas que lleva Glen trabajando se ha enamorado de innumerables gatos, pero siempre se propuso a buscarle un hogar lleno de amor a cada uno de estos hermosos felinos.

Sin embargo, algo en Sugar era diferente. Era evidente que entre Glen y Sugar había nacido un vínculo claramente especial.

Glen definitivamente no había planificado adoptar otro gatito. Pero después de un tiempo, todo indicaba que Sugar no sería feliz a menos que estuviera siempre al lado de él.

Ya este buen hombre sabía lo que tenía que hacer.

“Glen no estaba buscando adoptar un gatito, él ya tenía un gato, pero amaba demasiado a Sugar como para dejar que los separaran», dijo Sarah.

Fue entonces cuando Glen decidió adoptar oficialmente a Sugar y lo llevó a casa como uno más de su familia. Realmente Sugar no podría haber estado más feliz por eso.

Sugar ahora está totalmente instalado en su nuevo hogar y ama su nueva vida familiar. Cada vez que Glen se despierta y ve a Sugar, sabe que tomó la decisión correcta.

“Sugar está haciendo maravillas en su casa, Glen incluso lo ha traído a visitarnos”, dijo Sarah.

Realmente entre las mascotas y sus dueños hay vínculos especiales y llenos de amor.

Celebramos que Glen y Sugar vivan en el mismo hogar y no tengan que separarse nunca más compartiendo su emotiva historia.

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