El gato callejero al que le falta parte de sus patas delanteras por fin confía en las personas

Un indefenso y enternecedor gato nació con una condición especial en sus patitas delanteras, no se desarrollaron como era debido y sumado a que vivía en la calle, su realidad era muy triste, hasta que un día la suerte le cambió.

Todo en este gato lo hace ser extremadamente especial

Gato

Se trata de un hermoso felino blanco de nombre Joey, deambulaba tratando de desplazarse como podía por la dificultad. Tuvo que enfrentarse a muchos riesgos, y sin duda, a acciones poco agradables que fueron haciéndole temer a los humanos.

Los voluntarios encontraron al temeroso gato y lo llevaron al refugio

Boomers Budies Rescue, un grupo de voluntarios rescatistas de perros y gatos, ubicado en los Ángeles, Estados unidos, supieron del gato. El felino fue rescatado y llevado a las instalaciones de la institución. Alguien debía encargarse de su cuidado hasta que entrara en el proceso de adopción.

Grace Choi, quien pertenecía a la junta de Boomers Budies Rescue vio en un video a Joey, en una esquina alejado de todos. La ternura del motudo era indescriptible. Grace lo amó con solo mirarlo, se comunicó con la organización, necesitaba conocer al gatito.

Grace quedó enamorada del felino de solo verlo

Los cuidadores le anticiparon que no era amistoso con las personas y debía tener cuidado. Pero ella se dejó guiar por lo que le inspiraba el felino, sabía que necesitaba cariño y alguien que le diera los cuidados necesarios y quién mejor que ella que adora a los gatos.

En persona se dio cuenta de que era un encanto, observó también que presentaba lesiones en su cuerpo y tenía sarna.

Por su parte, Joey se preguntaba si debía confiar en ella. Pero la mujer estaba decidida a llevarlo a casa, así que durante casi hora y media interactuó con sutileza con el gato tratando de infundirle confianza y seguridad.

Joey cedió ante el cariño que le expresaba la humana y parió a su nueva casa


Por lo visto el gato percibió las buenas intenciones de Grace y poco a poco fue cediendo y dejándose acariciar, para sorpresa de todos comenzó a ronronear como muestra de que realmente estaba sintiéndose a gusto. Fue un emotivo momento.

“Le tomó alrededor de tres semanas curar por completo la sarna de Joey.

Él tampoco estaba familiarizado con la caja de arena, por lo que tardó un par de semanas en entrenar. Solo acostumbrarlo a un ambiente hogareño fue un proceso”, contó Grace.

En casa conoció a su nuevo hermano, un gato de nombre Kitty Boy, su relación fue un incomoda en un inicio, pero con los días se hicieron los mejores amigos.

Jugaban a sus anchas y Kitty empezó a enseñarle cosas que no conocía como trepar árboles y muebles, y jugar en el jardín.

Cada día es una nueva aventura en la que este gato está feliz y muy agradecido con su nueva familia

Grace puso todo su empeño para que fuera lo más independiente posible, y Joey descubrió que con sus patitas traseras podía lograrlo todo.

Pronto, contener al travieso y juguetón minino era toda una odisea


Aunque la nueva madre tenía la posibilidad de darlo en adopción nuevamente, no quiso separarse nunca más de él, en especial cuando llegó su cumpleaños número 1.

“Todavía me entristece imaginar cómo era su vida antes de que nuestros caminos se cruzaran.

Tenía alrededor de 4 años cuando lo encontramos… pensar que Joey probablemente vivió solo en las calles durante toda su vida, sin conocer el amor, es absolutamente alucinante y desgarrador.

Pero ahora está siempre a salvo conmigo y nunca pasará otro día sin sentirse amado”, agregó la mujer.


En su cuenta de Instagram @kittyboyandfriends comparte lindas fotos de sus gatos. Joey está feliz con su nueva vida y agradece a su humana y hermano con tiernos maullidos y travesuras felinas. El miedo ha desaparecido, es un tiempo de alegrías y juegos.

El amor es capaz de reparar los corazones más maltrechos y devolver la esperanza en la humanidad de los animales que no han tenido una vida feliz. ¡Abre tu corazón a todos esos seres necesitados!

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