Desde hace algunos días, el barrio londinense de Limehouse es tristemente recordado por albergar a un grupo de jóvenes cuya actitud irracional y desenfrenada hacia los animales ha generado todo tipo de reacciones de repudio por parte de la opinión pública en las redes sociales.
Y es que, los adolescentes (en todo el sentido literal de la palabra), primero atacaron a un grupo de graciosos cisnes que habitan los canales de la zona, pero, además, se atrevieron después a empujar al agua a un hombre de 55 años de edad quien, furioso ante la agresión les conminó a cesar de golpear a las aves.
El grupo de facinerosos se encontraba a un lado del canal cuando se percataron de un par de emplumados que parecían estar apareándose. En ese instante, una de las damas se asió fuertemente a una barandilla y con una de sus piernas propinó sendas patadas a los animales.
Posteriormente, otros chicos se sumaron a la penosa juerga y lanzaron varias botellas y otros objetos contundentes contra los cisnes, momento en el cual el hombre agredido y quien vive en un barco, observó la escena y se acercó a ellos para recriminarles por sus actos.
Al llegar a encararlos, varios jóvenes le hicieron frente y, finalmente, en medio de los dimes y diretes, apareció otro joven de la nada y lo empujó al agua, para luego huir del lugar en un patín eléctrico, mientras los demás gritan y se burlan de la situación.
El hombre enfrenta a los jóvenes defendiendo a los cisnes
Así es, las redes sociales echan chispas, están realmente indignadas, furiosas, y con toda razón. El vídeo del momento ha circulado por diversos medios locales y no ha hecho más que generar estupor e incredulidad en los espectadores.
“Me acerqué al grupo para hablar con un chico que había lanzado una botella a uno de los cisnes. Entonces un amigo me empujó y lo siguiente que supe es que estaba en el agua. Perdí mis gafas. El chico que me empujó no era más que un cobarde, como todos los demás”, explica Jeffrey Phillips, el hombre de 55 años que fue empujado al agua.
¡Al agua patos! el hombre fue lanzado al agua mientras se encontraba distraído
Phillips es oriundo de Toronto, Canadá, y lleva 12 años viviendo en un barco en esa zona del canal. Dice que ya es capaz de identificar a la pandilla de maleantes con los que tuvo la discusión.
“A uno de ellos le gusta caminar por encima de mi embarcación cada vez que pasa por aquí. No he hablado con la policía, pero me alegra saber que están buscando al chico que me empujó y a la chica que golpeó a los cisnes”, afirmó Phillips.
Sin embargo, algunos testigos del incidente creen que los cisnes no se estaban apareando, sino que estaban envueltos en una pelea y que los jóvenes los querían separar para que ninguno de los dos resultase herido.
Sea como fuere, la cuestión del trato moral a los animales no humanos ha pasado de ser un problema más de la ética aplicada, asumida por algunos intelectuales, a ser una demanda social que reclama ser resuelta con urgencia.
En las últimas décadas, por razones socioculturales, ha aumentado el interés y la sensibilidad orientados a corregir ese daño innecesario que reciben los animales y defender sus derechos.
Comparte esta historia con tus familiares y amigos y dale un freno al trato injusto e indigno hacia los animales. Porque la crueldad hacia ellos es lo opuesto al deber que el ser humano tiene consigo mismo.