«Guardaré los huesos para exhibirlos» – Halla los restos de su mascota después de la cuarentena

Una joven de Wuhan, China, dejó la ciudad a principios de año sin imaginar que la pandemia le impediría regresar sino hasta 8 meses después. Lin Buxiu decidió visitar a su familia por un corto período de tiempo, así que dejó suficientes alimentos para su tortuga.

Lin es estudiante en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Wuhan.

El plan era permanecer en Taiyuan por tan sólo un mes. Calculó la cantidad de agua y comida que su mascota necesitaría durante ese tiempo y partió segura de que todo saldría bien.

Lin sólo había tenido la tortuga por 5 meses antes de dejarla en Wuhan.

El 23 de enero, Wuhan se convirtió en la primera ciudad en entrar en estricta cuarentena por el crecimiento de contagios de coronavirus. Lin no podía hacer más que permanecer en casa de sus padres y continuó sus estudios en línea.

Lin tiene 22 años de edad.

Las restricciones de viaje para Wuhan comenzaron a flexibilizarse a partir de 8 de abril, pero las autoridades pidieron a los estudiantes que permanecieran en sus ciudades para evitar que la curva de contagios se saliese de control nuevamente. Pasaban los meses y su pobre tortuga quedó a su suerte sin tener acceso a la cantidad de alimentos que realmente necesitaba.

“Cuando volví, mi tortuga estaba sin vida. Se había secado por completo y sólo quedaban sus huesos en el balcón”, explicó Lin.

Finalmente, hacia finales de agosto, Lin regresó a su habitación en el campus universitario y se encontró con una imagen desgarradora. Un duro recordatorio de que si no podemos viajar con nuestras mascotas debemos dejarlas bajo el cuidado de una persona de confianza.

“Guardaré los huesos para exhibirlos en mi biblioteca. Compraré una caja de vidrio para guardarlos allí”, aseguró Lin.

La joven decidió publicar lo sucedido a través de las redes sociales y muchos quedaron en shock con las duras imágenes. La pandemia ha afectado al mundo entero y ha significado un sinfín de complicaciones para muchos; pero debemos actuar de manera responsable y velar por el bien de los animales que conviven con nosotros. Muchos en las redes han alzado la voz en contra de la triste suerte que sufrió la tortuga.

“¿Por qué no llamó a alguien para que le dieran comida a la tortuga? Todo esto es su responsabilidad”, dijo un usuario en las redes.

La joven aseguró que guardará el esqueleto de su tortuga pero no tiene planes de volver a tener una mascota hasta que termine sus años universitarios. Alzamos la voz en contra de la trágica manera en la que esta tortuga tuvo que perder la vida.

Pasar semanas y meses añorando un poco de alimento es algo que ningún ser vivo debería sufrir. ¡Comparte!

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