Salía del trabajo y esta pequeña pedía a gritos ser adoptada – No se pudo resistir

A las afueras de una fábrica de Houston estaba vagando una gatita de unos tres meses de edad, un hombre que salió de su trabajo la vio allí comiendo las sobras de una hamburguesa con queso que quizás alguien le dejo allí.

La pequeña y dulce fue encontrada al lado de una caja con una manta y comiendo la hamburguesa. «Simplemente se dirigió a la puerta de la fábrica. Alguien le dio una caja y parte de una hamburguesa con queso», dijo el hombre.

Cuando la pequeña gatita vio al hombre, de inmediato se acercó a él y se frotó en sus piernas, como si le pidiera caricias y como si quisiera que la llevara a casa con él. El hombre decidió tomarla y llamarla Arya.

La gatita seguramente sabía lo que quería cuando se acercó al hombre, ella quería ser adoptada y no quiso alejarse de él luego de frotarse en sus piernas. El hombre se enamoró de esta cariñosa y dulce gatita y no podía dejarla allí afuera sola.

De hecho, el hombre pidió permiso en su trabajo para poder salir más temprano, diciéndoles que tenía algo muy importante que hacer y esto era poder llevar a la pequeña gata a su casa. «Ella decidió adoptarme así que tomé la tarde libre y la traje a casa», dijo.

La gatita de apenas unos tres meses de edad no tenía ningún un collar o chip que la identificara. Al llegar a casa, la gatita se acurrucó al lado del hombre y se quedó dormida ronroneando, estaba muy feliz de tener un hogar para siempre.

Arya adora dormir sobre el cabello del hombre y ahora se convirtió en su amiga leal, siempre está en casa esperando la llegada de su dueño.

Seguramente está muy agradecida de que la adoptara, por eso siempre está acurrucándose a su lado y ronronea cada vez que duerme junto a él.

Ya ha pasado un año desde que Arya llegó a esta casa y se ha vuelto una gatita muy hermosa, tierna y feliz que siempre comparte con su dueño cuando este llega de su trabajo.

Ahora Arya tiene un nuevo amigo, es un perro, ellos dos son muy buenos amigos y compañeros de juego. «Ella ha decidido que el perro está bien y que puede quedarse», cuenta su humano.

Relayhero

Arya es una gata muy alegre y con unos ojos muy hermosos y grandes. Ella persigue a su dueño por toda la casa y adora ser acariciada siempre, también le fascina dormir siempre en el mismo sitio, en una cama que ha sido preparada para ella.

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