Hombre que arriesgó su vida para salvar al perrito que cayó al mar, rechaza la recompensa

Un verdadero hombre sabe que solo los animalitos son fieles y, por su entrega incondicional, merecen todo el amor, cuidados y mimos, incluso cuando eso implica arriesgarlo todo para mantenerlos a salvo o rescatarlos.

Este hombre se dedica al bodyboarder y saltó al mar sin importarle el peligro

Hombre

Pablo Cárdenas es un noble hombre argentino de 38 años. Es un amante del mar y de las olas que pasa la mayor parte de su tiempo en la playa popular denominada “La Pepita”, en la zona de Punta Iglesia.

Comenzó su afición por el bodyboarder desde hace 24 años y, desde entonces, se percató de que la nula presencia de salvavidas en la playa terminaría por desencadenar un terrible incidente. Pero jamás imaginó que esa situación llevaría a un indefenso perrito al borde de perder la vida.

El hombre contemplaba el agua del mar, cuando de pronto notó que un pequeño peludito color caramelo cayó al mar después de haberse lanzado desde una gran roca. Fue entonces que Pablo lo dejó todo para ir en auxilio del can.

Los humanos del perrito no pudieron evitar que cayera al agua

En la playa, todos los presentes estaban aterrados por la situación. Los humanos del perrito y los demás visitantes del lugar creían que era cuestión de tiempo para que el perrito terminara siendo arrastrado por la corriente del mar.

Pero ahí estaba Pablo, junto a las rocas, calculando los movimientos que necesitaba hacer con total prontitud para atrapar al canino en aprietos y ponerlo a salvo. Cada instante era valioso porque el agua se encontraba intranquila y podía seguir arrastrando el perrito.

Los presentes temían que lo peor sucediera

Después de analizar la situación, Pablo saltó de la roca en que se sostenía y logró atrapar al perrito. Se había convertido en un héroe sin capa al que todos los turistas y visitantes del lugar llenaron de merecidos aplausos y celebraciones.

“En ese instante me metí al agua y lo saqué”, narró Pablo.

Pablo volvió de nuevo a la seguridad de las rocas, donde uno de los humanos del perrito ya esperaba recibir a su preciado animalito en sus manos. El pequeño se llama Toy; se acercó al mar solo para explorar y no sospechó que algo tan malo podía sucederle.

Pronto todos volvieron al área de seguridad de la playa, donde Toy se reunió con su mamá humana, mientras tomaba aire e intentaba reponerse de lo sucedido. Estaba a salvo gracias a la pronta acción de Pablo.

Los humanos de Toy agradecieron enormemente a Pablo haberlo rescatado. No imaginan la vida sin su perrito y, por eso, ofrecieron una recompensa económica al hombre que había arriesgado su propia seguridad.

«¡Es un héroe! Hizo lo que tenía que hacer y en silencio, con humildad. Con un puñado de seres como este gran hombre, se salva la humanidad. GRACIAS, DE CORAZÓN», comentó Maris Stella, una usuaria de las redes sociales al conocer la historia.

Pero para Pablo no había manera de que recibiera dinero por hacer lo que creyó correcto. Le basta con saber que el peludito se encuentra bien y, en todo caso, piensa que será el propio perrito quien le agradezca lo que hizo cuando se encuentren en el más allá.

“Los perritos no hablan. Pero, van a hablar en el cielo y sé que me lo va a agradecer”, concluyó Pablo.

Mientras ese día llega, este ejemplar hombre continúa custodiando la playa, dispuesto a auxiliar a quien lo necesite y no pierde la esperanza de un buen día volver a encontrarse con Toy en este universo terrenal.

El rescate de Toy fue impresionante

No cabe duda, son más las buenas personas en el mundo. Si más hombres actuaran como Pablo, nuestro presente sería completamente diferente: un lugar en el que los animalitos se sintieran protegidos y no existiera el egoísmo.

¡En tus manos está tener por un mundo mejor en el que los hombres y los animales puedan vivir en armonía!

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