La perrita más feliz del mundo no puede parar de batir la cola al dejar el refugio

Matilda es una pequeña que se ha ganado el corazón de todos. Con  un duro pasado viviendo en las calles, esta dulce pit bull parece siempre dispuesta a disfrutar al máximo sus días y hay algo con lo que lo deja muy claro: nunca para de menear su colita a toda velocidad y de un lado para otro.

Matilda fue rescatada de las calles de Georgia.

Matilda fue rescatada y trasladada al refugio del Condado Douglas. Su salud era algo delicada ya que su piel estaba sumamente irritada y tenía muchos parásitos. Sin embargo, la pequeña tiene una energía desbordante y no paraba de mirar a todos con mucho amor dispuesta a demostrarles que era la perrita más feliz del mundo. En cuanto compartieron un video en donde se veía su gran talento para mover la cola, Matilda se convirtió en una pequeña celebridad.

“También da los besos más tiernos. Es la más bonita del mundo”.

Fue entonces cuando el grupo de Rescate Animal Pibbles & More decidió darle albergue. Teresa Bowles-Chiofalo la buscó en el refugio y le dio la maravillosa noticia de que ahora podría ir a un hogar temporal en donde le darían mucho más atención y se asegurarían que se recupere por completo de su condición en la piel.

Matilda fue rescatada con menos de dos meses de edad.

Matilda no cabía en sí de alegría, durante todo el trayecto estuvo mirando a Teresa con unos grandes ojos de amor y movía su cola en un hermoso intento de agradecerle todo lo que estaban haciendo por ellaTeresa no podía resistir toda la ternura de Matilda, así que tuvo que hacer un par de paradas en el trayecto para darle unos merecidos mimos y mucho amor.

“Ella debería aparecer en el diccionario junto a la definición de Felicidad”.

Kerrie Rich fue la encargada de darle un hogar temporal a la dulce perrita. No había pasado un par de minutos con ella cuando ya había quedado completamente enamorada. Adora la energía que tiene y Matilda no para de buscar jugar con los otros perritos de Kerrie.

“Mueve tanto su cola que tiene que caminar algo torcida para no parar de menearse”.

El único momento en el que la dulce Matilda no parecía feliz fue cuando Kerrie intentó ponerle un collar. Se mostró muy incómoda y ella comprendió que podía resultarle doloroso por el afectado estado de su piel. Decidió darle un par de meses más y darle su collar cuando tenga más pelaje y su piel se recupere por completo.

Kerrie asegura que para ella será muy difícil despedirse de Matilda, pero así podrá continuar ayudando a más perritos.

Cuando Matilda ya se encuentre fuerte y completamente sana buscarán un hogar definitivo para ella. Una familia muy afortunada podrá contar con su enorme sonrisa y su colita hiperactiva para alegrarse todos los días.

No dudes en compartir esta nota para que cada vez más personas se contagien con la alegría y energía de esta dulce perrita.

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