Les agradece a sus 2 perros por ayudarla a vencer al cáncer regalándoles un viaje soñado

Los perros, no solo nos brindan su amor y su amistad desinteresada, así como su compañía fiel, en los momentos buenos como en los que no lo son tanto. En la enfermedad y en la salud, son nuestro soporte psicológico y, en muchos casos, el motor que nos impulsa a superar una terrible enfermedad.

Esta es la historia de una mujer que supera el cáncer gracias al amor de sus perros y los recompensa viajando por el mundo

El caso de Sarah Ingala, una asidua usuaria de las redes sociales, es bastante elocuente al respecto. Vive con dos perritos de raza bulldog franceses, Henry y Penny, quienes fueron su luz al final del túnel y, con amor le ayudaron a superar el cáncer.

Sarah fue diagnosticada con la enfermedad cuando contaba con 31 años. Ahora, con casi 35, recuerda aquellos años que hicieron peligrar su vida, y cómo la compañía y la fidelidad de sus dos mejores amigos fueron determinantes en su recuperación.

Fue este par de ángeles de cuatro patas quienes se mantuvieron firmes, al pie del cañón para su amada madre humana. Nadie le hizo tanta compañía, ni estuvo tanto tiempo a su lado padeciendo con ella su proceso de curación. En los momentos en los que sentía que todo estaba perdido, ambos le dieron contención.

Fue entonces cuando Sarah decidió homenajear a sus vigilantes y valientes mascotas de la tercera edad, con una gran travesía por carretera juntos. Adquirió una camioneta para recorrer Estados Unidos y parte de Canadá, acompañada de sus jadeantes peludos, ya envejecidos por los años.

“Henry y Penny fueron mi mejor aliciente para reponerme y superar el cáncer. Ellos adoran dar largos paseos por carretera, así que decidí pagarles el favor con un divertido viaje juntos”, dijo Sarah.

Y es que, ella está consciente de que la medicina hizo bien su trabajo, pero sin la presencia de este par de adorables personajes en su vida, mantener las fuerzas y el ánimo suficientes hubiese sido cuesta arriba. Una vez recibió el alta, recompensó su lealtad como es debido.

“Tenía que hacer algo por ellos para hacerlos felices. No se me ocurrió una mejor y más divertida manera”, añadió la mujer.

Hasta ahora, el alegre trío ha recorrido una distancia que va de California a Maine, y de Vancouver a Washington DC, y ahora es que les quedan caminos por transitar, cosas y gente por ver y conocer.

Sarah entendió perfectamente que, antes de despedir a sus amigos para siempre, debía mostrarles el mundo y que experimentaran cosas nuevas. Era lo mínimo que podía hacer, después de todo el amor y la entrega que derramaron sobre ella mientras se encontraba luchando por su vida.

Por fortuna, Sarah logró tratarse a tiempo y salir ilesa, libre de cáncer. Puede ahora brindarles una hermosa despedida a Henry y Penny antes de que recorran las carreteras del cielo. Comparte esta hermosa historia de amor sin límites.

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