Una madre revisa el monitor de su bebé y descubre que está perfectamente vigilada

Llegar a ser madre por primera vez es muy difícil, sobre todo en estas épocas tan  desafiantes que son capaces de generar una enorme cantidad de estrés y de dolores corporales. No obstante, al final del camino siempre vale la pena tener como enorme recompensa el traer al mundo a un pequeño ser, y aún más cuando tienes a un compañero gatuno que se encarga de aliviar aún más el proceso.

Cassie jamás había estado embarazada antes, pero aún así Drake, quien ha estado esperando con anticipación la llegada de su hermanita humana, adoraba acariciar el vientre de su madre y se sentaba a la expectativa sobre las cosas de su hermana, pensando en todo lo que iban a jugar juntos cuando llegara a casa.

Drake está muy entusiasmado con la idea del bebé

Al cabo de unos 6 meses su hermanita menor Alina nació, y aunque durante las primeras semanas se sentía algo dudoso de ella porque no quería lastimarla o molestarla, pasado un tiempo se encariñó muchísimo con la bebé.

Así mismo, Drake hizo su misión personal el poder acompañar a Alina tanto como le fuera posible, sea cuando están dándole de comer o la estén vistiendo para ir al parque, si Drake podía estar cerca y protegerla, lo haría, pues quería lo mejor para su hermanita.

Ahora él no se quiere apartar de ella para nada

Durante un día normal, Cassie estaba vigilando a su hija a través del monitor para bebés y no notaba nada fuera de lo común hasta que de repente algo apareció en pantalla, no era algo que la preocupara, pues eran dos orejas negras curiosas. Una vez más Drake quería ver qué estaba haciendo Alina.

Inicialmente Drake no notó el monitor para bebés, pero al ver la luz parpadeante de aquel objeto desconocido, la curiosidad gatuna tomó control de él y empezó a olfatearlo y a tocarlo con sus pequeñas patitas.

Incluso en las noches visita a la pequeña

El monitor ha sido de mucha utilidad para que Cassie sepa que todo está bien con él y Alina, y que no se están molestando. A su vez, al tiempo ella ha empezado a usarlo para comunicarse con Drake y él ha entendido que de alguna forma su dueña está detrás de aquel curioso objeto.

Por suerte, este gatito junto a la bebé siempre se han llevado bien, al punto de tomar siestas juntos. Drake tiene su propia manta donde descansar y poder seguir vigilante de su hermanita, pero eso sí, no pueden dormir juntos en la noche, pues ese es el tiempo personal de Alina y el gatito respeta eso.

Esta bebé está siempre protegida por su guardián gatuno

La amistad de estos dos es algo que llena de ternura a Cassie y espera que se lleven bien por muchos años más, velando así por la seguridad de los dos.

Las amistades entre humanos y mascotas siempre nos ponen de buen humor. ¡Comparte esta historia con tus amigos para que sepan del verdadero cariño que puede ofrecer un gatito!

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