Una mujer solo quería tomar fotos a unas ardillas huérfanas pero se convirtió en su madre

Dani Connor es una joven fotógrafa que sin esperarlo, terminó convertida en la madre de unas adorables ardillas huérfanas. Todo comenzó cuando Connor se mudó a un pequeño pueblo rural al norte de Suecia, y desde entonces, su vida cambió para siempre.

A pesar de tener poco tiempo compartiendo con los lugareños, se ha ganado el cariño de toda la comunidad y forma parte importante de una familia local.

Las ardillas rojas son de los animalitos favoritos de Connor.

ardillas

Connor es una amante de la vida silvestre, siempre ha tenido cierta fascinación por fotografiar animales.

En el pueblo donde se encuentra hay un bosque cerca de su casa que le permite capturar a través del lente de la cámara las maravillas de la madre naturaleza.

Este tipo de ardillas son las más comunes en los bosques de Europa.

Nunca imaginó que en una de sus sesiones terminaría por ser una especie de madre para un pequeño grupo de ardillas bebés. Connor comenta:

«He pasado mucho tiempo observando a las ardillas rojas. Pude fotografiarlas y diferenciar a cada ejemplar, con el tiempo comencé a nombrarlos. Había una ardilla roja que me gustaba especialmente: la llamé Remy”.

Esta pequeña ardilla a diferencia del resto de su especie, formó un hermoso vínculo con Connor.

Remy parecía deleitarse con lo que hacía su nueva amiga, incluso posaba ante la cámara. Sin embargo, la tierna amistad entre ellas se vio interrumpida por una tragedia.

Son uno de los roedores más tiernos de todo el mundo.

Un día, Connor encontró el cuerpo sin vida de su modelo favorita, al parecer un automóvil la había atropellado. Para honrar a la pequeña ardilla que se había convertido en su amiga, Connor puso el cuerpo de Remy en una cama de flores.

Sin embargo, esto no fue lo único que hizo por quien le había regalado tan buenos momentos.

Rodeada de flores silvestres Connor se despidió de la pequeña Remy.

Durante el tiempo que compartieron, Connor había descubierto que era una madre, desde luego le preocupaba el destino de las ardillas bebés, por lo que ella estaba dispuesta a ayudarlas.

«Me senté en el bosque donde había fotografiado a Remy y esperé. Y de repente algo pequeño y rojo saltó frente a mí”.

Se trataba de una adorable y diminuta ardilla bebé. Connor estaba segura que era de Remy, así que intentó ganarse su confianza para poder ayudarla.

Tras hablar con un experto de vida silvestre, Connor descubrió que posiblemente era demasiado pequeña para alimentarse sola, por lo que decidió dejarle bastante comida para asegurarse que no aguantara hambre ante la muerte prematura de su madre.

Las ardillas pasan la mayor parte de su tiempo entre los árboles.

Para sorpresa de Connor, esta pequeña ardilla no estaba sola, al día siguiente cuando regresó para confirmar que todo estuviera bien, vio a cuatro ardillas huérfanas comiendo de las semillas que ella había dejado.

«Ellas estaban comiendo la comida que les había dejado. Estaba tan feliz y aliviada. Pudieron comer alimentos sólidos, así que seguramente podrían sobrevivir sin su madre”.

Desde entonces, Connor ha asumido el papel de madre para estas pequeñas criaturas, a diario les lleva comida y les hace hermosas fotografías.

Incluso, las ardillas la reconocen y como el propio cuento de hadas, la rodean y la llenan de amor.

«Ahora no están nerviosas en absoluto. Reconocen mi voz y me siguen en el bosque”.

Aunque Remi ya no está, hizo un hermoso trabajo durante el tiempo que compartió con sus bebés, les enseñó algunas habilidades que les permitirán sobrevivir en la naturaleza.

Verlas comer es de esas cosas que te transmiten infinita ternura.

Por suerte, Connor está ahí para asegurarse que todo marche bien y ayudarlas a superar esta etapa mientras solo son unas crías.

«No esperaba ser una mamá ardilla en absoluto. Es bastante raro ver bebés ardillas rojas en la naturaleza. Así que me siento privilegiada de haberlas encontrado y de haber estado con ellas a medida que crecen. Me han brindado mucho entretenimiento y alegría”, dijo Connor.

Aunque Connor no tuvo la oportunidad de despedirse de Remy, la vida le dio la forma más dulce de recordarla por siempre cuidando a sus bebés.

Deseamos que estas crías puedan crecer sanas y fuertes. Verlas es un legado de amor y compasión. No dudes en ayudar a los animalitos más vulnerables y bríndales esa nueva oportunidad que tanto necesitan.

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