Nada le impide a este gato paralítico arrastrarse por el pasillo para acurrucar perros enfermos

¿Alguna vez has dejado de hacer algo porque te duele el cuerpo o crees no poder hacerlo? Quizá para las personas sea más fácil ponernos excusas, incluso nos podemos convertir en expertos poniendo barreras.

Sin embargo, para los adorables peluditos pareciera que no existen límites ni mucho menos fronteras, para demostrar no solo su fidelidad con las personas sino entre ellos mismos.

Luc derrumba la teoría de que los perros y gatos se llevan mal.

Un claro ejemplo de ello es Lucifer, un hermoso gatito que sufrió un terrible accidente cuando era joven que le ha dejado una cicatriz permanente: quedó paralítico. Durante muchos años el gatito estuvo inmerso en un terrible dolor. Fue gracias a una clínica veterinaria en Perm, Rusia, que el gatito pudo tener una mejor calidad de vida.

Los gatitos se caracterizan por su personalidad independiente y fuerte carácter.

El Tratado de Libre Comercio (TLC) fue un factor importante para su traslado, esto permite ampliar el mercado de bienes y servicios entre todo el mundo. Lo que hizo posible que Lucifer ahora tenga una vida como un gato discapacitado que le permite disfrutar de múltiples beneficios.

Los perros y gatos son muy sociables y pueden convivir perfectamente en armonía.

Desde que llegó a la clínica el minimo se sometió a distintos tratamientos para ayudarle a recuperar cierta movilidad. Aunque Lucifer aún esta paralítico ha logrado recuperar cierto punto de sus extremidades. Demostrando que es un gatito fuerte y valiente con unas ganas enormes de vivir.

Luc logró recuperar parte de su movilidad tras realizarle múltiples terapias.

Lucifer o Luc como le dicen en la clínica, ha pasado por mucho dolor en su vida. Para intentar consolar a los demás animalitos que se encuentran en una difícil situación, el adorable gatito se arrastra por los pasillos de la clínica para intentar estar en sintonía con el dolor que pasan los otros animalitos.

La amistad entre gatos y perros no se debe forzar, ellos mismos crearán vínculos que los unirán.

Aunque su movilidad es muy limitada, esto no es un obstáculo para Luc quien insiste en consolar a los peluditos más enfermos de la clínica. El minino los mira con ojitos de amor como transmitiéndole todas sus fuerzas y apoyándolos en esta dura batalla, puede pasar horas acurrucados con ellos para ayudarlos a mantener calientes. Incluso, ha ayudado a muchos otros gatitos siendo donante de sangre.

El bienestar de cada animalito radica en respetar la relación que ellos establezcan.

Luc quiere ayudar a quienes considera sus amigos porque él entiende perfectamente el dolor por el que están pasando. Demuestra una hermosa compasión por sus semejantes que es tan natural y ejemplar que se ha ganado la admiración el amor de todos quienes lo conocen.


Para Luc, no existen dolores ni barreras a la hora de ayudar a los animalitos. A ti ¿qué te lo impide?

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