Nuevos datos sobre la última muerte de una orca en el Reino Unido son alarmantes

Hace un año la muerte de una orca, llamada Lulu, en el Reino Unido fue un motivo de tristeza para muchos, pues cada vez son menos los ejemplares de ellas en los océanos y cada pérdida es lamentable. Además, ella murió atrapada entre las líneas que se atan a las jaulas para atrapar langosta, lo que es muy extraño, las orcas son muy inteligentes y rara vez quedan atrapadas de esta manera, eso hizo que muchas investigaciones surgieran y los resultados son realmente alarmantes.

Se estima que quedan solo 8 orcas en las cercanías del Reino Unido y que al menos han pasado 25 años desde que se registró el último nacimiento de alguna

 

La autopsia y estudios realizados a Lulu aportó muchos datos al respecto, pues nunca se había reproducido y en su organismo se encontraron niveles sumamente elevados de un tóxico llamado policlorobifenilos o PCB , que puede causar infertilidad. La infertilidad en una población tan baja de dichos especímenes traerá como consecuencia la lamentable extinción de la especie.

Los niveles de PBC en el organismo de Lulu superaban los 950mg/kg, y el límite en el cual es tolerable por el cuerpo es de 9mg/kg, es decir, más de 100 veces mayor al límite, esto explica la facilidad con la que se enredó en las líneas.

Andrew Brownlow, patólogo veterinario de la Rural College de Escocia, explica que con una concentración tan elevada de PBC en su organismo, ella debió estar muy confundida y débil.  Este tóxico se acumula a través del tiempo en su grasa corporal y mientras los océanos sigan contaminados esto seguirá ocurriendo, de hecho se calcula que los niveles promedio de PBC en las orcas alcanza los 150mg/kg. Este químico está prohibido desde 1970, pero fue muy popular desde la década de los 20 y se estima que al menos 700.000 millones de kilos se utilizaron en ese tiempo.

El grado de contaminación sigue vigente y el tóxico se esparció tanto que incluso en el lugar del mar más profundo del planeta conocido como la Fosa de Las Marianas se han encontrado niveles alarmantes.

Andrew agrega que una vez que el tóxico ingresa en el mar. aunque no es imposible de eliminar, es un trabajo extremadamente difícil. También alerta que aún existen grandes reservas de este químico en la industria, pero que afortunadamente no han ingresado en los océanos; el PBC se utilizó en todo tipo de objetos y luego de un tiempo se descubrió su poder contaminante, inmunodepresor e incluso cancerígeno.

TheGuardian

Con preocupación, debemos decir que el destino de las orcas no es nada alentador y que el PBC no afecta solo a ellas. Defines, belugas e incluso osos polares sufren las consecuencias de otro de los tantos errores humanos que perjudican a los más inocentes y atentan contra la vida propia de quienes lo producen y consumen.

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