Oficial humanitario encuentra el peor lugar jamás visto para «desechar animales encerrados»

Cualquiera sospecharía que los oficiales están siempre preparados para todo tipo de escenas, sin embargo, hay unas que aterrorizan hasta a los corazones más fuertes. Al menos esto ha sucedido con Janice Lawniczak, miembro de la policía humana del condado de Butler en Pensilvania, Estados Unidos. 

Janice junto a su equipo encontraron una escena terrorífica, tras una inspección en las cercanías de una residencia del municipio de Winfield, en Butler.

Una zona boscosa era el escondite de una verdadera pesadilla, restos de al menos 18 gatos había sido descartados en el lugar. Para ello, los criminales utilizaron algunas bolsas y cajas en las que parecen haber guardado las partes de los felinos.

A simple vista, el lugar parecía un basurero pero el olor delataba el horror que escondían los contenedores.

Los responsables, una joven pareja que ahora enfrenta cargos criminales por sus despiadados hechos. Tamara Rusz y Kevin Delehanty cometieron el delito en un terreno propiedad de la madre de la chica, en donde vivían de forma provisional.

«La mujer dueña de la propiedad alegó que su hija y el novio vivían allí en una tienda de campaña. Y ella dijo que no estaba al tanto de nada de esto», dijo la oficial Lawniczak. 

Al parecer, los animales habrían fallecido de hambre. Los implicados, lejos de dejarlos ir por no poder alimentarlos, los mantuvieron dentro de las cajas hasta que fallecieron por desnutridos y deshidratados. 

“Hubiera sido mejor si sólo los hubiesen liberado y que se valieran por sí mismos. Pero estaban en portadores cerrados”, dijo Lawniczak.

El mismo día en que las autoridades hallaron el cementerio improvisado, la pareja debía comparecer ante la corte por el abandono de 6 gatos más, lo cual los responsabilizaba de cargos menores.

No obstante el descubrimiento hecho por la oficial Lawniczak cambia por completo la situación de estas “personas”.

Según se informó, sólo Delehanty dio la cara mientras que Tamara Rusz no se presentó ante el juez. El hombre alegó una excusa bastante incoherente para su defensa.

«No tenían dónde poner [a los gatos], por lo que eran gatos vivos cuando los metieron en el bosque, y estaban en portadores», dijo Delehanty a Lawniczak.

Como si sus actos no fuesen suficientes, el descubrimiento los relaciona con otro hallazgo hecho hace más de un año de otro grupo de gatos sin vida, los cuales fueron encontrados en una zona cercana a la casa de la madre de Tamara.

Los oficiales no tienen sospecha alguna de que estas personas han estado cometiendo sus fechorías durante años.

Afortunadamente, ya los han descubierto, sólo esperamos que realmente caiga sobre ellos todo el peso de la ley y el delito no se pase por alto por el simple hecho de tratarse de vidas animales y no humanas.

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