Una perrita anciana y ciega no podía dejar de tiritar cuando llegó a un refugio

Cherry Blossom es una perrita shih tzu completamente ciega que al escuchar los ladridos de los demás perros y notar el frío debajo de sus patas, se quedaba inmóvil.

Piper Thomas, fundadora de un grupo de rescate en California llamado Hand in Paw, visitó un refugio en los Ángeles hace cuatro años para poder rescatar a los desafortunados perritos en lista de eutanasia.

No pasó mucho tiempo cuando su atención se centró en Cherry Blossom, la triste shih tzu de 12 años de edad que estaba cubierta por una gran cantidad de pelo. Al verla temblorosa y asustada en una jaula, de inmediato supo que tenía que sacarla de ahí.

“Es muy duro ver a un perro moviéndose solo por una esquina y sin saber dónde está. El refugio es muy grande, especialmente para una perrita ciega. Para ella es una gran sobrecarga sensorial y hace demasiado frío. Simplemente no es un lugar acogedor”, dijo Thomas.

Fue así como Thomas no lo pensó dos veces y realizó todos los trámites para rescatar a Cherry, tratando de descifrar la triste historia detrás de esta perrita ciega y abandonada.

“Se siente perdida. Estaba en las calles comiendo basura. Definitivamente fue abandonada y pensamos que probablemente lo hicieron porque no pudo producir más cachorros para que alguien pudiera venderlos”, señaló la mujer.

Una vez que Cherry Blossom estuvo fuera del refugio comenzó a sentirse mucho más relajada.

“Estaba muy feliz. Parecía que había podido respirar profundamente otra vez”, dijo Thomas.

“Era un desastre por todas partes. Sufría a causa del dolor en su boca y estaba muy confundida en ese momento”, agregó Thomas.

La noble mujer llevó a la perrita con un veterinario de inmediato con ella al para que pudiera comenzar a recibir tratamiento para todas sus complicaciones de salud, e incluso fue con Cherry a un oftalmólogo.

Para sorpresa de Thomas, el oftalmólogo logró eliminar las cataratas que habían causado la ceguera de la perrita y le colocó unos lentes especiales para caninos. Después de eso, afortunada y felizmente, Cherry pudo volver a ver.

Cuando fue el momento de conseguir un nuevo hogar para la perrita, la mujer se preocupó porque pensó que no podría encontrarle un hogar confortable. Pero Cherry tiene mucha suerte y pudieron encontrar un buen hogar rápidamente. Fue la madre de un antiguo compañero de escuela de Thomas, llamada Mary Doogley, quien llegó de visita y terminó adoptándola después de su cirugía de ojos.

Actualmente Cherry continúa bajo supervisión médica constante a causa de algunos problemas de salud que aún padece y principalmente para mantener saludables sus brillantes ojos.

“Verla pasar de estar terriblemente descuidada a completamente cuidada y cada vez más feliz es increíble”, dijo Thomas.

Sin duda alguna, a sus 16 años de edad esta perrita se encuentra en el momento más feliz de toda su vida, llena de amor y de los cuidados que siempre mereció. Nuestros mejores deseos están con ella.

¡Comparte esta emotiva historia con todos tus amigos y abre tu corazón a los animales desafortunados que no han podido encontrar un amoroso hogar!

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