Por un ataque con ácido perdió un ojo, la nariz y una oreja… pero nunca perdió la sonrisa

Mugsy es uno de esos animalitos que con tan sólo mirarlo puedes intuir que arrastra un doloroso pasado, y se te destroza el corazón. Una peludita que ha inspirado y movilizado a miles de personas. Esta es su impresionante historia…

Esta adorable perrita vivía con su familia en Irán, donde la llamaron Hapoochi (perro pequeño en iraní). Pero en un momento desafortunado de su vida, le sucedió lo peor: un terrible ataque con ácido la desfiguró por completo.

Sin embargo, se desconocen las circunstancias por las cuales la pobre peluda terminó siendo atacada de esa manera, sólo se sabe que fue con un líquido limpiador corrosivo. 

El accidente ocasionó que Hapoochi perdiera un ojo, la nariz y parte de una oreja.

Lo cierto era que la perrita necesitaba una cirugía de urgencia para poder sobrevivir. Pero su familia carecía de los bienes económicos suficientes para poder afrontar el elevado costo de todos los tratamientos que Hapoochi necesitaba. Fue entonces cuando dentro de su profundo dolor, decidieron ponerla a dormir, no tenían otra opción. 

Pero afortunadamente, un alma bondadosa, una veterinaria voluntaria de la organización de rescate animal Persian Paws Rescue, apareció a tiempo para salvar la vida de la perrita.

La pequeña tenía apenas mes y medio y la veterinaria decidió asumir por su cuenta los gastos. Procedió a remover por completo el ojo perdido para ahorrarle todo dolor.

Una vez que su vida ya no corría peligro, fue puesta en adopción y su historia llegó a oídos de Sam Taylor, una joven de Canadá. Inmediatamente, supo que tenía que darle una oportunidad.

“Ella luce como Voldemort, pero tiene el corazón de Harry Potter y sus amigos. Las fotos online eran muy, muy gráficas. Leí la historia y me dije:¡Oh, en verdad quiero ayudar a esta perrita! Ahora es una mimada y muy amada”, reconoce Sam.

Entonces a esta guerrera se le dio la oportunidad de un nuevo hogar y viajó desde Irán a Canadá 10.000 km para formar parte de una nueva familia, donde recibiría todo el amor y los cuidados. Pero Sam sabía que tenía todo un recorrido por delante.

Para empezar, Sam quiso cambiarle de nombre para que todo su pasado quedara atrás y decidió llamarla Mugsy.

Fue sometida a varias cirugías que le permitieran respirar mejor y otras para reparar el daño de sus orejitas. Todo era para mejorar su calidad de vida, sin embargo, su apariencia ya no cambiará. Y eso es lo más conmovedor de esta historia, Sam la adora como es, porque ni siquiera la misma Mugsy es consciente de toda la bondad y la ternura que hay en su interior.

Sam ha demostrado ser una dueña que no le importa si tiene que vender todas sus pertenencias con tal de mejorar la vida de Mugsy.

Ha revelado que el costo total de las cirugías pendientes para la perrita ascienden a un total de 10 mil dólares, por lo que ha creado una página de GoFundMe, sin imaginarse que miles de personas se conmoverían tanto con su historia. Tú también puedes ayudarla haciendo clic aquí.

Hasta el momento, Sam ya lleva recaudado más de 12.000 dólares de su meta de 7.000 dólares.

Aquí puedes ver los paseos de la adorable Mugsy y no dejes de seguirla en su cuenta de Instagram:

Es grandioso que a Mugsy le haya sonreído la vida y le haya llegado un ángel como Sam. No te vayas sin compartir su historia para celebrar lo perfecto de lo imperfecto.

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