Una perrita percibe el profundo dolor de un desconocido y corre a reconfortarlo

Los animales tienen una gran habilidad de percepción que puede sorprender a cualquiera. Dependiendo del tipo de animal, utilizan su genuina sensibilidad para cazar, sobrevivir e incluso cuidar.

Algunas veces nuestros animalitos son capaces de reconocer nuestras emociones, sin importar lo que se aparente. Por esa razón, nuestras mascotas comparten con nosotros en nuestras alegrías y también en los momentos de mucho dolor.

Esta vez conoceremos la conmovedora historia de una corgi muy especial; ella fue rescatada de un horrible patio de reproducción hace unos meses. La pequeña perrita a lo largo de sus casi 8 años había sido la madre de 15 camadas, pero en la última solo uno de sus cachorros sobrevivió. La pérdida de los demás cachorros hizo que la familia decidiera deshacerse de ella porque «ya no era rentable para el negocio.»

La pobre perrita nunca fue tratada como mascota, nunca recibió amor por parte de sus humanos, era vista como una máquina de dinero.

Afortunadamente, la perrita llegó a un hogar de crianza después de ser rescatada. Ese hogar la recibió con mucho amor y cariño, haciendo que el ánimo y la salud de la hermosa corgi fuera mejor.

La mujer que abrió las puertas de su casa a la perrita se llama Madison Palm y ella fue quien le puso un nuevo nombre a la corgi. Desde ahora, la amorosa perrita se llamaría Cora.

Cora demostró ser una mascota ejemplar, tuvo un grandioso cumpleaños número 8 y cada día se adaptaba mejor a su nuevo hogar, lo que cambió los planes de Madison. La chica pretendía solo brindarle su hogar a Cora como uno de crianza, pero se encariñó tanto con la perrita que decidió adoptarla definitivamente.

«Ella siempre está junto a mi y siempre me vigila de cerca… Ella es muy dulce y es lo primero que dice la gente de ella cuando la conoce. Su naturaleza gentil y amable nunca pasa desapercibida”, afirma Palm.

Ahora, Madison asegura que Cora está repartiendo todo el amor que antes no pudo. A Cora le encantan las personas e interactuar con cada una de ellas para alegrarle el día. Hace poco, Cora tuvo un encuentro muy especial con un señor desconocido en la sala de espera de un aeropuerto.

“Cora simplemente caminó por la pequeña zona de espera y saludó a todos los que pasaban cerca de nosotras. Ella estaba tomando una siesta, así que solté su correa brevemente mientras yo me relajaba y tomaba un refrigerio. Fue entonces cuando Cora despertó y se acercó sigilosamente a él. Antes de que yo pudiera llamarla, ella ya estaba en los pies del señor siendo acariciada”, relata Madison.

Al principio, la humana de Cora temía que su perrita estuviera molestando al señor, pero al acercarse a preguntar si la tierna corgi lo estaba molestando, se enteró de algo que la dejó sin palabras.

«No, para nada. Perdí a mi perro anoche”, fue la respuesta del señor con ojos llorosos.

El señor estaba contento con la presencia de Cora. Le rascó sus orejas, le daba palmaditas en la espalda y repetía constantemente lo linda que era. Él quiso una foto de Cora para recordarla toda la vida y ella gustosamente posó sonriente ante el teléfono del señor desconocido. Simplemente hermosa.

Madison Palm

Esta escena nos conmueve el corazón. Es increíble conocer historias cotidianas que pueden convertirse en un verdadero acto de heroísmo.

Cora nos deja una lección muy importante: Se gentil, se amable y se amoroso, podemos alegrarle el día a alguien más sin saberlo. ¡Comparte esta tierna historia de Cora con tus amigos!

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