Perrito callejero responde cuando una desconocida lo acaricia por primera vez

Vivir en las calles es una situación bastante difícil para cualquier ser; por eso para el perrito que protagoniza esta historia era una necesidad encontrar un lugarcito en el que fuese bien recibido.

El can que te mostraremos a continuación se derritió de amor, después de que una de las habitantes del vecindario en el que solía andar le diera una oportunidad.

Una mujer llamada Jillian se convirtió en la rescatista del perrito.Perrito

Resulta que este mestizo de color negro paseaba muy a menudo por la casa de la mujer. Ella ya lo había visto en algunas ocasiones pero él nunca había mostrado interés por acercársele, de hecho prefería mantener su distancia, así que Jillian tampoco se acercaba para no intimidarlo.

Por tratarse de un perrito de la calle ella temía que fuese agresivo pero se sorprendió al conocerlo.

Fue una noche que la mujer salió a sacar la basura y sintió como si alguien la estaba observando en la oscuridad: se trataba del perrito sin hogar que había visto los días anteriores. Jillian quiso acercársele en ese instante, pues pensó que estaba buscando refugio y le dio mucha pena.

Sin embargo, el perrito escapó apenas intuyó las intenciones de la mujer de aproximársele.

Parece que este can era bastante desconfiado y por eso huía de Jillian. La mujer dio el asunto por terminado, pues pasaron varios días antes de volverlo a ver, pero estaba muy equivocada. El perrito siguió vagando por el lugar, así que al verlo creyó que no era casualidad.

El animalito necesitaba ayuda y se sentía mal por no lograr ayudarlo. Pero la mujer siguió insistiendo, en una ocasión lo vio husmeando entre la basura del vecino y quiso acercarse.

Nuevamente el plan había fallado.

Pero en ese instante le nació del alma hablarle suavemente y notó que el perrito se detenía para mirarla.

El animal parecía estar impresionado por el dulce trato que la mujer le estaba dando, quizás el pobre se había acostumbrado a los gritos o tratos injustos de las personas y por eso le temía a los desconocidos.

Aunque la mañana de ese encuentro el perrito también echó a correr, el hecho de que se detuviera por un instante a observarla, terminó por despertar mayor curiosidad en Jillian.

Ahora sabía que el asunto era cuestión de confianza.

Ella pensó que quizás solo bastaban unas palabras tiernas, algunas demostraciones de amor o incluso comida para que el perrito fugitivo no se resistiera y la dejara acercársele.

Fue en ese instante que Jillian comenzó una larga cacería hasta que el perrito llegara de nuevo y ella lograra aplicar sus nuevas estrategias.

No pasó mucho desde el encuentro cuando el animal y ella se cruzaron de nuevo.

Como en otras ocasiones, el perrito apareció y al ver a Jillian intentó escapar. Pero en ese momento ella comenzó a decirle palabras bonitas en un tono agradable, entró a su casa por comida y un tazón con agua; y lo dejó en su jardín.

Ella sabía que los perros tienen un olfato bastante sensible, así que apostó por el aroma de las croquetas para atraerlo.

Ella tenía razón, pues el perrito no resistió y al ver que la mujer solo quería ayudarlo terminó por apostar por ella. Tras esos encuentros furtivos por semanas, el animal había caminado hasta ella y apenas Jillian lo acarició el perrito se derritió por completo.

Él solo necesitaba un poquito de amor.

Parece que no era solo un can bastante desconfiado, sino con un corazón enorme. El pobre sintió seguridad con esta mujer y apenas lo tocó supo que era una buena persona.

Jillian no iba a lastimarlo, al contrario, solo quería ayudarlo y esa lección la entendió el perrito que ahora vive con la mujer. Ella lo hizo parte de su familia y además lo bautizó como Moon.

Un final merecido y feliz para este animal. Definitivamente que quien quiere ayudar encuentra siempre maneras de hacerlo y eso lo demuestra la heroína de esta historia: Jillian.

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