Perrito viaja en un cubo acompañando cada día a su dueño anciano a vender algodón de azúcar

Son miles los adultos mayores, obligados a tener que trabajar en la calle para llevarse un pan a la boca cada día.

Muchas veces no cuentan con una familia, ni solvencia económica; en otros casos más devastadores, tienen hijos, pero ellos han decidido seguir su vida como si no existieran para ellos.

Pero, en medio de esas dolorosas circunstancias, como una caricia del destino, encuentran en dulces perritos a sus mejores acompañantes en su caminar durante sus últimos años de vida.

Son los más fieles

Es lo que le sucedió a un abuelito que fue captado de espaldas vendiendo en la calle, pero no estaba solo.

«Cada mañana vende algodón de azúcar frente a una escuela, y siempre lo acompaña el perrito que rescató», se lee al pie de la foto que publicamos hace unos días en nuestra página de Facebook.

Ha sido compartida millones de veces por los amantes de los animales en el mundo entero.

No hay ninguna excusa para abandonar a un perro

¡SÍGUENOS! -> @zoorprendente_animales

#mascota #perro #adopción…

Publicada por Zoorprendente en Sábado, 6 de febrero de 2021

Según han relatado su historia en las redes, el tierno anciano encontró al perrito mientras buscaba algo de comida entre montones de bolsas de basura. Pero su gran corazón no le permitió pasar de largo, a pesar de su indigencia.

Así que sin dudarlo un segundo, decidió adoptarlo para brindarle al menos una mejor vida, aunque él no tuviera mayor riqueza que la de su amor verdadero.

Al abuelito lo han visto deambulando por las calles, pero bien acompañado de su mascota, que viaja en el cubo con plena calma, sabiéndose amado por su dueño. El hombre prefiere llevarlo así a tener que dejarlo solito. Probablemente tengan que sortear dificultades, hambre y situaciones difíciles, pero se tienen el uno al otro y eso basta. ¿No lo crees?

Hasta el momento, se desconoce la situación del anciano, pero se comenta que sigue vendiendo frente a las escuelas, junto a su fiel compañero, que va feliz en el cubo como si de un columpio se tratara. Y también que gracias al apoyo solidario de un transeúnte, el anciano viene recibiendo donativos para que no tenga que exponerse a los peligros constantes.

Los comentarios en las redes no se han hecho esperar:

«Es un hermoso perrito, no ha podido llegar a mejor lugar», «Y muchos abandonando o maltratando a sus perritos», «No hay duda de que quien menos tiene es quien da más”.

Se nos arruga el corazón de pensar en las condiciones en las que vive este pobre hombre, cuando debería estar descansando en la paz familiar y con el amor de los suyos. Pero confiamos en que la vida le recompensará por tratar con tanta abnegación a su fiel perrito.

¡Comparte esta hermosa historia para inspirar a otros a hacer mucho más por los animalitos desamparados! Este abuelito nos da la mayor de las lecciones.

Te recomendamos