Perro permanecía sujeto con una cadena tan corta y pesada que ni siquiera podía apoyar la cabeza

Algunas personas creen que tratándose de perros, basta con tenerlos en casa para ofrecerles la vida que se merecen.

Ni hablar de las familias que deciden adoptar a un perro para que cuide de su propiedad.

A duras penas Libre podía apoyar la cabeza en el suelo

A veces, se tiende a pensar que un perro guardián es solo una criatura que está allí, a la intemperie, recibiendo lo mínimo en cuanto a agua y a alimento, atado sin misericordia, ignorado por todos, porque posiblemente el afecto de un humano lo hará amigable y disminuirá su fiereza.

Hemos sido testigos, a lo largo de sorprendentes historias virales, lo que es capaz de hacer un perro, pequeño o grande, por sus seres queridos si surge una amenaza.

El perro no estaba recibiendo comida, mucho menos agua

Así que podemos ver que no se necesita estar confinado, mucho menos recibir malos tratos de los humanos, para que un animalito decida, con lealtad, coraje y valor, cuidar de los suyos.

La historia que te presentamos hoy nos muestra la cruda realidad de Libre, un perro que, como muchos otros, vivía en las condiciones más deplorables posibles, atado a una cadena que ni siquiera le permitía apoyar su cabeza en el suelo.

Mira la forma en la que Libre fue rescatado de una vida sencillamente cruel

La cadena estaba sujeta a una ventana y no solo rodeaba con crueldad el cuello de este animalito. El perro no recibía comida ni agua, por lo que la negligencia iba en escalada, llegando a un caso severo de desnutrición y deshidratación.

El perro era solo piel y huesos. Lo más sorprendente del asunto es que Libre, a pesar de haber recibido un trato más que lamentable por parte de los humanos, no había perdido el afecto por las personas y se mostraba amigable… ¡Un perro guardián que lo único que ansiaba era ser rescatado, ni más ni menos!

Un enorme y pesado amasijo de metal le estaba causando lesiones en la piel

Los vecinos preocupados se acercaron a la policía y los rescates de animales, y un día de suerte aparecieron sus rescatadores. Las personas de la comunidad veían la delgadez del perro, su miseria y que estaba encadenado las 24 horas del día, cada día de la semana.

Los voluntarios del rescate se presentaron lo antes posible una vez recibieron la denuncia. Por suerte pudieron negociar con los propietarios de la mascota.

Alimentaron al perro cuanto antes y le quitaron la pesada cadena de alrededor del cuello. Tenía marcas y lesiones por el constante e irritante frotamiento del metal.

¡Ahora libre de su cadena, Libre está recibiendo la atención adecuada que necesita para recuperarse e ir al futuro tan feliz y saludable como un perro normal! Nunca más tendrá que volver a conocer ese dolor y esa negligencia, y es algo hermoso.

Con una nueva familia y con sus lesiones sanadas, Libre está conociendo la felicidad

Comparte esta historia que, para suerte del animalito agraviado, tuvo un final feliz colmado de esperanzas.

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