Renuncia a su empleo y pasa 57 días buscando a su adorada perrita hasta con gafas nocturnas

Perder a una mascota es como perder una parte del corazón, y eso fue lo que les pasó a Carol y Verne King, quienes extraviaron a Katie, su border collie de 7 años.

Carol sabía que en su trabajo no le permitirían faltar por ese motivo, pero Katie era parte de su familia y no hacer el intento de buscarla no era una opción. Carol decidió enviar una carta con su renuncia y comenzar a buscar a su amada mascota.

La pareja pasó 57 días buscándola contra todo pronóstico. Para ellos no importaba si era de día o de noche, simplemente necesitaban dar con el paradero de Katie.

Este incidente ocurrió en la zona rural de Montana, Estados Unidos, cuando la pareja regresaba al hotel canino después de una carrera de autos y se encontraron con la noticia de que su mascota había desaparecido.

Durante ese día hubo una tormenta eléctrica a la que atribuyen la huida desesperada de Katie, aunque también dicen que es ella es una perrita inquieta y tras desconocer el lugar pudo haberse perdido.

Un asistente del hotel aseguró haber visto a un perro ansioso salir corriendo, pero no hicieron nada por evitarlo.

La zona es un área boscosa y con grandes extensiones de campos, encontrar a Katie sería un trabajo difícil, pero aun así la pareja no se rindió ni un solo día.

Fueron días muy largos y llenos de ansiedad por no saber nada de Katie. Carol y Verne compraron un equipo militar con gafas de visión nocturna y cámaras detectoras de movimiento y rastreo animal.

“Todas las noches que regresábamos a la cama, era desgarrador. Penábamos si ella tenía frío, o no había comido. Su desaparición nos destrozó”, dijo Carol.

Esta pareja tenía experiencia en búsqueda y aplicaron sus conocimientos para buscar a Katie. También pusieron varias fotografías en los postes.

Por fin Carol recibió la llamada que por casi dos meses estaba esperando, un vecino de la zona le dijo que Katie estaba en su patio.

Aun incrédula pero muy feliz se alistó rápidamente y de fue de inmediato, pero al llegar la perrita ya no estaba. Sin apagar la esperanza decidieron buscar en los alrededores.

Los gritos por el bosque tuvieron el mejor de los resultados cuando de pronto Kate corrió hacia ella y le brincó a darle besos de amor.

Estaba sucia por tanto tiempo en la intemperie, pero eso no le importó a su madre humana, quien la abrazó y acarició. Después de comer y tomar un poco de agua se durmió en el asiento delantero del auto.

Aquí puedes ver el emotivo momento en que Katie se reúne con sus dueños:

Katie había perdido 5 kilos, pero ya estaba en casa y con los cuidados de su familia su recuperación era segura. Comparte esta emotiva historia de amor.

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