Su gata encuentra el escondite perfecto y no para de reír con su carita al ser descubierta

Nuestras mascotas siempre nos sorprenden con sus ocurrencias, es cierto que algunas de ellas nos ponen a correr porque son travesuras que ponen en riesgo su bienestar, pero también muchas de estas ocurrencias resultan ser una divertida experiencia que nos alegra el día y la vida.

Shelley Keane es la madre de una adorable gatita que desde que la tiene en casa su vida ha sido mejor. Shelley pasó a ser la madre de Peppy después de que los vecinos de al lado se la regalaran.

Peppy siempre ha sido una gata que le encanta estar al aire libre, no le gusta estar mucho tiempo dentro de la casa.

Esta pequeña felina es muy curiosa e ingeniosa, le fascina pasar tiempo explorando y buscando un lugar tranquilo donde pueda todo el día.

Peggy es una gata un poco fornida, por lo que le puede resultar difícil encontrar escondites en los que pueda meterse cómodamente. A menudo pasa tiempo durmiendo debajo del auto de su familia.

Pero un día descubrió un nuevo lugar que llamó su atención, y desde entonces no ha dejado de pasar sus siestas ahí.

«Solo pusimos la olla allí hace unas dos semanas y ese se convirtió en su nuevo lugar», dijo Shelley.

Al principio, Shelley no tenía idea de que Peppy había encontrado un nuevo lugar donde echarse a dormir y se preocupó.

Su madre humana estaba un poco confundida hasta que supo cuál era ahora el escondite preferido de su amada mascota. Después de los momentos de angustia y desconcierto Shelley no pudo evitar reírse cuando descubrió la verdad.

“Vi que algo se movía y apareció Peppy”, dijo Shelley.

La olla es del tamaño perfecto para que Peppy se acople en ella cómodamente. Tras darse cuenta de que se podía adaptar de una manera rápida y fácil decidió pasar mucho de su tiempo acurrucada allí, durmiendo todo el día.

Cuando la familia colocó la maceta en el porche, no tenían idea de que pasaría de ser una linda decoración a un lugar donde los gatos pudieran dormir.

«Pensé que era súper lindo porque jamás esperaba que de ella saliera algo», dijo Shelley.

Ahora la maceta se convirtió en una extraña casa de gatos que le pertenece a Peppy y que se ha convertido en su lugar oficial para dormir.

Peppy solo sale de ella cuando se aburre y le da paso a que otro compañero haga la siesta en el mismo lugar. Comparte la historia de esta ocurrente gatita.

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