Sujeto que quiso «dar una lección» a su perro con una tabla de madera recibe su merecido castigo

Las penas que se le imputan a los dueños abusivos o todo aquel que atenta contra la vida de un animal son bastante bajas, y esta es una de las grandes quejas que activistas del mundo tienen contra las autoridades de diferentes países.

No obstante, siempre que un agresor recibe un castigo por sus actos hay que celebrarlo, pues de algún modo ese acto de justicia servirá de ejemplo para todo aquel que intente agredir a otra criatura.

Ellos no merecen pasar por tantas injusticias.

En esta oportunidad, un hombre de Reino Unido ha recibido sentencia por parte del Tribunal de Distrito, tras hallarlo culpable de la agresión contra su mascota Bolo.

Los hechos ocurrieron en Christchurch durante el mes de septiembre del 2019 y un año después el agresor Murray Johnson recibe su castigo.

El hombre reconoció su responsabilidad después de que el vídeo de un testigo lo mostrara lastimando a su ex perro con un tablón de madera. Esto le provocó lesiones internas y contusiones importantes.

La justicia no lo perdonó.

El perrito necesitó sutura en una lesión grave que recibió debajo de su ojo derecho durante la mencionada agresión. Además de recibir también puntos en su labio y haber perdido un diente a causa del terrible ataque.

La denuncia del testigo y difusión del vídeo hizo que las autoridades llegaran a la casa de Murray la tarde de la agresión y Bolo fue incautado por los inspectores de la SPCA. Desde entonces el animalito ha estado viviendo en un refugio a la espera de una familia que pueda darle una mejor vida.

Con este tablón de mandera actuó el agresor

Según informaron las autoridades, el hombre justificó el hecho con la idea de una “lección” que le daba al perro por haber tenido un comportamiento no deseado. Esta excusa, obviamente, resulta intolerable y no lo exoneró de su responsabilidad en el hecho. 

Ahora que ya ha recibido su sentencia, se sabe que Murray debe cumplir con 150 horas de trabajo comunitario, pagar una multa y le es prohibido tener nuevamente un perro o cualquier otro tipo de mascota. Aunque en esta ocasión se haya hecho justicia la verdad muchos activistas siguen luchando por sentencias más duras para este tipo de personas.

Este chico no merecía pasar por tanto.

Toda vida es sagrada y Murray parece no haber pretendido darle una lección al animal, sino que pudo realmente acabar con él del modo más bestial. Afortunadamente no sucedió, no obstante sólo podemos orar porque su sanción realmente cale y lo lleve a controlar su irá para que no descargue más su furia contra ningún inocente.

Estos actos no deben seguir ocurriendo, así que aplaudimos a todos los que cooperaron para hacerle justicia a Bolo. Comparte el caso en tus redes y ayúdanos a crear conciencia ¡Denuncia, no seas cómplice del maltrato!

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