Triste, hambriento y débil, se resignaba a morir dentro del barril en el que fue abandonado

Ningún perrito debe padecer ante las manos inescrupulosas de algunas personas, sin embargo, hay una realidad de por medio que nos recuerda que algunos seres humanos son insensibles y con una gran habilidad de perjudicar a los más vulnerables.

Esta vez te contamos la historia de un perrito que logró evitar un trágico final, gracias la intervención de un grupo de rescate que acudió a un llamado para salvar a otro perrito abandonado.

El grupo de rescate escuchó llantos provenientes de un invernadero.

Todo comenzó cuando Takis Shelter, un apasionado de los animalitos se acercó a una comunidad humilde, aún no identificada, para ayudar a un cachorrito que estaba en pésimas condiciones, con apenas unos meses de edad, vagaba por las calles completamente desorientado suplicando un gesto de amor.

Afortunadamente, su miseria había llegado al final gracias a la intervención de los rescatistas, que estaban lejos de imaginar que su misión de rescate seria doble.

El perrito estaba completamente mojado y muy asustado.

Takis y su asistente escucharon el llanto de un segundo cachorro, ante ello, decidieron rastrear de dónde provenía. Para su sorpresa, encontraron a un pequeño perrito dentro de un enorme barril azul, estaba completamente asustado y muy empapado, el día anterior había llovido fuerte.

Quien lo haya abandonado tenía claras intenciones de que muriera ahogado en el barril, por suerte, tenía agujeros lo que permitió que el agua no se estancara dándole  posibilidades de sobrevivir al indefenso perrito.

Estaba débil y al borde de una hipotermia canina.

Sin embargo, estaba muy débil y en shock, y cómo no, si había pasado por tanto en tan poco tiempo. Takis le pidió a su asistente que usara guantes en caso de que el perrito atacara, comprensiblemente luchó contra su rescatista y le mordió los guantes.

Con mucho cuidado logró sacarlo y trasladarlo a la jaula donde estaba el primer perrito rescatado. Solo tenían una jaula y debieron compartir, afortunadamente, ninguno de los perritos arremetió contra el otro.

Los dos perritos estaban confundidos y muy asustados.

Ambos perritos fueron trasladados al refugio, el primer perrito rescatado cedió con mayor facilidad ante el cuidado de sus rescatistas, el segundo, por su parte, se negó a salir de la esquina.

Desde ahí, sus cuidadores le daban palabras de aliento y caricias que lo ayudaran a aliviar su traumatizado pasado.

Los perritos fueron llamados Alpha y Zeta.

Takis y su equipo no se dieron por vencidos, tenían fe de que podían ayudar al perrito y ganarse su confianza. Llevó tiempo, pero finalmente, el esfuerzo valió la pena.

El perrito abandonado en el barril confió en los humanos y comenzó a responder a todos los gestos de amor. Sorprendentemente, también su unió a su compañero de rescate, con quien compartió una manta y estuvieron acurrucados el resto del día.

Ahora esta adorable pareja peluda no solo disfruta de los cuidados de sus rescatistas, sino que se tienen el uno al otro. Estamos más que agradecidos con Takis y todo su equipo por esta increíble misión.

Aún queda por mucho por hacer, pero confiamos en que cada día son más los que se unen a esta noble causa. Comparte esta historia en tus redes y sigamos apostando por un mundo libre del maltrato animal.

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