Un cliente ve a una mesera llorando por la muerte de su perro y decide tener un gesto compasivo

No solo las malas noticias copan los titulares y noticieros. Porque nunca deja de existir bondad entre los seres humanos para cambiar el panorama. De ello puede dar fe una joven mesera de Florida, tras un evento sucedido en el restaurante en donde trabaja, en Clearwater Beach, Florida.

Clear Sky Beachside Café

Antes de contarte el final de esta historia déjanos hablarte de Ryan, una incansable trabajadora que ha tenido una semana terriblemente triste. Acaba de pasar por una de las peores experiencias por la que puede pasar una persona que ama a su mascota.

Su querido amigo ha muerto y está completamente desolada. Sin embargo, algo impactante, y que ella no imaginaba, está a punto de sucederle.

Un gesto que tal vez no tiene el poder de hacer revivir a su querido compañero canino, sin embargo, puede hacerle sobrellevar estos días grises y malos por los que está pasando. Iluminarle el rostro recordándole que la solidaridad todavía existe.

Las mascotas nos dejan un vacío muy grande cuando parten

Parece ser un día como cualquier otro en el café restaurante Clear Sky Beachside, ubicado en la avenida Mandalay. Ryan va y viene como siempre, atendiendo con entusiasmo a todos los clientes, tratando de hacer más llevaderos los días después de la triste despedida de su gran amigo.

Todas sus compañeras saben de antemano lo que le pasa, ella ha tenido tiempo de contarles. La inconsolable noticia es un secreto a voces en el lugar.

Vista del Restaurante por dentro

Ryan atiende una a una cada mesa, sin percatarse de que la gente sabe que algo no anda bien con ella. Su rostro, como el de cualquiera ante una situación similar, comunica la situación. Como si quisiera decir: estoy abatida y no puedo hacer nada para cambiarlo.

Uno de los clientes le pregunta por su estado. Ella le cuenta la terrible noticia del fallecimiento de su perrito. Es inevitable que compartan algunas desconsoladoras palabras sobre la experiencia.

Después de comer el cliente se va sin que la joven Ryan se percate de una “pequeña” diferencia entre la cuenta y la propina.

Ticket de consumo con la generosa propina

¡Y es que el señor le ha dejado $5000 de propina!: una cantidad bastante significativa considerando que la comida le costó poco menos de $60.

“Vaya, es increíble que todavía haya gente con el corazón de ese tamaño”, comentó sorprendido un internauta al respecto. Y es que cualquiera podría parecerle una noticia de otro mundo.

Para mayores señas de la buena voluntad y el altruismo del comensal, pidió a las personas del restaurante no ser identificado.

“Por acciones como esta es que no podemos perderle la fe a los seres humanos”, señaló otra internauta.

Esta anécdota nos recuerda que por más difícil que sea la situación en la que estemos, siempre habrá alguien dispuesto a tendernos una mano. A darnos una palabra de aliento, incluso siendo completos desconocidos.

Comparte esta increíble historia con todos tus amigos y nunca pierdas la esperanza, por más desalentador que sea tu entorno.

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