Un gatito recién nacido llora porque no siente a su madre cerca y ella lo tranquiliza

Uno de los peores sentimientos del mundo es la soledad, saber que no existe nadie a nuestro alrededor para apoyarnos puede ser realmente aterrador. Por eso intentamos rodearnos de personas siempre que podemos. Nos encanta tener a nuestros amigos y familiares a nuestro lado.

Este sentimiento es mucho mayor cuando somos pequeños, debido a que no somos capaces de vivir sin nuestros padres. A esta corta edad, ellos nos protegen y se encargan de nosotros. El sentir que nuestros padres no están a nuestro lado siempre nos hará temblar y sentir la necesidad de buscarlos por todos lados.

¡Así que por supuesto no queremos perderlos! Y si así nos sentimos nosotros, ¿por qué no un indefenso animalito? Pues eso sintió esta pequeña gatita al verse lejos de su madre, no pudo soportar el no conseguir a su madre a su lado y enseguida empezó su búsqueda desesperada por ella.

Como todos sabemos, el sentido de la vista de los gatitos no está muy desarrollado al nacer y necesitan un par de días para poder ver de forma adecuada. Por eso, en el instante en que no sintió el calor de su madre, entro en pavor. En el justo momento en que no estuvo al lado de su mami, empezó a llorar por ella. ¡Y estaba justo a su lado!

La bella madre, aunque podía ver a su gatito, no soportó sus lloros por ayuda y le respondió con sus propios maullidos, intentó acercarse a ella, pero sus otras crías no le permitían acercarse a la pequeña. Así que hizo lo único que podía, la seguía llamando con sus maullidos, como si le dijera, “tranquila, estoy aquí”.

Parecía que la gatita no podía soportar la soledad, no estaba cerca ni de sus hermanitos ni de su madre. Ella lograba oír el llamado de su madre, pero aún no se encontraba a su lado, por lo que a tientas, y con lo que le permitían hacer sus patitas, siguió la voz de su madre.

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Los lloros callaron inmediatamente al momento en que la gatita pudo sentir a su madre. La pequeña se lanzó a su encuentro buscando todo el cariño que pudo obtener. Y su madre intentaba tranquilizarla con muchos besos y abrazos, ¡parecía prometerle nunca dejarla sola de nuevo!

El bello encuentro de estos gatitos puede parecer pequeño para nosotros, pero para la gatita fue un momento aterrador que estamos seguros no quiere repetir.

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