Un zorro rescatado de una granja de pieles no para de agradecerle a su héroe

Desde hace años, los zorros han sido víctimas de tratos injustos por personas que se aprovechan de su hermoso pelaje para vender pieles. No sólo los cazan, sino que también hacen terribles criaderos para asegurarse de tener tantas pieles como sea necesario para los beneficios de su cruel industria.

Este era el terrible destino que un zorrito llamado Woody iba a sufrir, pero tuvo la suerte de conseguirse con Yaroslav. Su historia es un importante recordatorio de que debemos ayudar a estos hermosos animales.

Yaroslav vio un par de fotografías del simpático zorro y no pudo dejar de pensar en él. Contactó a los dueños de la granja y les pidió que lo dejaran adoptarlo. Ellos no estaban dispuestos a dejarlo ir sin más, pero le ofrecieron vendérselo por una enorme suma.

Calcularon todo lo que iban a ganar por la piel de Woody y ese fue el pago que le exigieron a Yaroslav. No fue tarea sencilla, pero él estaba dispuesto a pagar cualquier cosa para poder salvar a aquel peludito.

Los primeros días, Woody era un poco tímido, les tenía miedo a todos los humanos y tardó un par de semanas en aprender que podía confiar plenamente en Yaroslav.

El peludito debía cumplir un período de cuarentena después de salir de la granja, así que su padre adoptivo le construyó una casita al aire libre en las afueras de su casa.

Woody era muy travieso y encontraba la manera de cavar enormes túneles para salir y buscar a Yaroslav.

Ahora, el duro pasado de este zorrito ha quedado atrás, su padre lo alimenta y se asegura de llevarlo al veterinario cada cierto tiempo. Viven juntos, pero Woody cuenta con un amplio espacio para tener sus aventuras y disfrutar de la naturaleza.

Los zorros no son animales domésticos, pero Yaroslav ha logrado forjar un maravilloso vínculo con el zorrito que rescató. Woody adora su nueva vida y siempre se muestra muy agradecido.

“Woody es como una mezcla de gatito con perro enérgico y desobediente. No lo cambiaría por nada”, dijo Yaroslav.

Yaroslav consultó con varios expertos y durante un tiempo consideraron liberarlo en su hábitat natural. Sin embargo, el hermoso zorrito pasó sus primeros años de vida en la granja y no aprendió a valerse por sí mismo, lo más probable es que simplemente no lograra sobrevivir sin ayuda de Yaroslav.


Por fortuna, él ya ve al zorrito como su mejor amigo y nunca permitirá que nada malo le suceda.

¿Qué opinas de este bonito rescate? Une tu voz y comparte esta historia para exigir que se acaben las terribles granjas de pieles.

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