Una gata agoniza durante horas en un basurero, pero consigue el mejor terapista para recuperarse

La verdad es que no nos cansaremos de asombrarnos con todas las cosas increíbles que son capaces de hacer nuestros compañeros del reino animal. Algunos de ellos son verdaderos cuidadores del ser que aman, y si no que se lo pregunten a nuestros próximos protagonistas.

La gatita Lulú se encontraba en un estado realmente deplorable. La minina no salía de un perenne letargo y estaba cubierta de infecciones cuando fue hallada por Carmen Weinberg, fundadora de la protectora Animal Friends Project, en una situación límite que amenazaba con cobrar su vida.

Lulú no tenía ánimos de vivir

En una visita de rutina realizada a un parque de Palm Beach County, Estados Unidos, con la intención de supervisar las condiciones de vida de los animales que residen en el vecindario, Weinberg se encontró con la cachorrita que yacía inmóvil en medio de un basurero de la parte trasera de una de las casas.

Cuando Carmen se acercó a la pequeña, vio que tenía los ojos infectados y no podía abrirlos. Enseguida supo que la gatita necesitaba atención médica urgente, así que la tomó tiernamente en sus brazos y se la llevó al veterinario en su propio vehículo.

Lulú con sus ojos infectados 

“La Fortuna me puso en el camino de esta pobre gatita. Estaba muy deteriorada y olvidada”, comentó Carmen.

El animalito estaba cubierto de pulgas y sus encías tenían un preocupante color blanquecino. Durante los primeros dos días se mantuvo en estado de extrema pasividad, no podía comer por sí sola y tenía que ser alimentada a través de una jeringa.

Sin embargo, y para sorpresa de todos, al tercer día la pequeña Lulú comenzó a dar signos de recuperación y a luchar por su vida, ronroneando y mostrándonos a todos que el instinto de supervivencia es nuestra principal arma para enfrentar las adversidades; si no hay vida no hay esperanza.

Esta preciosa gatita fue dejada a su suerte en condiciones terribles. No tuve corazón para dejarla allí”, agregó la protectora de animales.

Mojo y Lulú jugando

La conocida modelo y actriz, Beth Stern y su amiga Vera, fueron las artífices de la milagrosa mejoría de Lulú, ya que la diva de las pasarelas es conocida por tener centros de acogida para gatos y gatitos en busca de hogares definitivos, mismos que han tenido un éxito rotundo entre los que se cuentan más de mil adopciones.

Gracias a ellas, Lulú encontró la familia ideal en Nueva York que llevaba un buen rato buscando adoptar a una amiga para su gato Mojo, así que, cuando vieron a Lulú, se enamoraron a primera vista.

Mojo adoró desde el principio a Lulú, lo demás es historia. Ambos se han vuelto inseparables y hacen todo juntos, pero no solo eso. Mojo se convirtió en el hermano mayor y protector de la perrita, mientras que Lulú le hace la vida imposible con sus desastres. Sin embargo, tal nivel de intensidad no parece afectar a Mojo, quien permanece listo para cuando su hermanita quiera acurrucarse con él.

Comparte esta hermosa historia y nunca olvides que la vida se hace de pequeños detalles. Un pequeño gesto puede cambiar tu vida en un parpadeo, algo pasa al azar cuando menos te lo esperas y te lanza por un rumbo inesperado, hacia un futuro que jamás imaginaste.

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