Nueva ley prohíbe la muerte del toro y todo instrumento «cortopunzante» que le cause sufrimiento

La tauromaquia es una de las principales prácticas contra las cuales luchan los animalistas del mundo entero. En esta actividad que para algunos resulta apasionada o divertida, los toros no sólo reciben diferentes vejaciones sino que sufren lesiones mortales ante los ojos de los espectadores.

Esta semana, Colombia ha dado un paso histórico contra la abolición de esta práctica en su territorio. El Consejo de Bogotá dio luz verde a un nuevo proyecto de ley que si bien no elimina del todo las corridas de toros, sí suspende gran parte de los encierros agendados para esta temporada.

De igual modo, prohíbe la muerte de estas criaturas en las plazas y el uso de instrumentos contundentes como espadas, picas y banderillas, tradicionalmente utilizadas para someter a los toros durante la corrida.

La propuesta de ley presentada por la concejal del partido Alianza Verde, Andrea Padilla, fue aceptada con 32 votos a favor el pasado 9 de junio y ahora pasa a una etapa de sanción a cargo de la alcaldesa Claudia López.

Tras esta decisión queda en evidencia la guerra que los congresistas han declarado contra la industria de la tauromaquia, pues esta ley redujo a sólo cuatro corridas de toros legales para esta temporada.

Entre otros de los aspectos resaltantes de esta propuestas se encuentra la prohibición sobre el uso de recursos del estado para estos eventos.

En los meses anteriores, Andrea Padilla había utilizado sus redes sociales para explicar a sus seguidores este proyecto de ley.

«Eliminar los instrumentos cortopunzantes y la matanza del toro en la plaza, subir impuestos, reducir fechas y obligar a empresarios a informar del sufrimiento animal y a asumir todos los costos de su fiesta de muerte, será una estocada mortal a esta barbarie», manifestó Padilla.

Los impuestos para la realización de este tipo de eventos se duplicaron del 10% al 20% en tarifas tributables.

Esta nueva ley es un golpe histórico contra la fiesta brava, cuyos adeptos defienden por ser una práctica arraigada en las tradiciones colombianas. 

Aunque en el 2012 hubo un intento por vetar este tipo de celebraciones, el fallo emitido en el 2017 por el alcalde Gustavo Petro coartó toda lucha de parte de los defensores de la vida animal al considerar las corridas como “una actividad con arraigo cultural” que debía ser respetada.

Sin duda, este nuevo paso viene a socavar las intenciones de parte de grandes sectores que se lucran con el sufrimiento de estas criaturas y, tal como sentenció Padilla, «¡El proyecto tiene el potencial para acabar definitivamente con esta barbarie!».

Esperamos pronto sean anuladas por completo las corridas en todo el territorio para que tanta criaturas dejen de sufrir ¡Comparte esta importante noticia en tus redes y celebra con nosotros este logro único para el continente!

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