Agonizaba entre un charco de barro hasta que un ángel se detuvo – «El amor todo lo puede»

En ocasiones las personas se cohíben de ayudar por creer que esto les conllevará a una gran responsabilidad, sin imaginarse lo gratificante que les puede resultar hacer el bien. En esta ocasión queremos mostrarte un ejemplo claro de esta situación encarnada en el señor Jorge Jaime, quien entró en acción al ver a un perro agonizante.

El mestizo se encontraba casi moribundo en un charco de barro.

Ante la lamentable escena, Jaime no pudo pasar de largo y dejó de lado todas sus dudas para abalanzarse a hacer el bien. Era evidente que el can necesitaba que lo socorriera y parecía que nadie tenía la intención de hacerlo.

Pero allí estaba este gran hombre.

Jorge Jaime se acercó cauteloso al peludo no fuese a resultar un can agresivo, pero todo lo contrario pues apenas vio al hombre el perro comenzó a aullar. Era como si el mestizo le suplicase ayuda.

Jorge lo rescató de una calle en Nuevo Laredo, al norte México.

Jorge lo tomó entre sus brazos y llevó al mestizo hasta su nuevo hogar. Una vez en casa, el can recibió un bañito dentro en una especie de piscina para sacar toda la suciedad de su cuerpo.

Además de eso, Jorge lo alimentó y se aseguró de que no tuviese ninguna lesión externa que ameritara mayores cuidados.

Por fortuna, en can se encontraba en buena condición de salud. Su mayor mal era la desnutrición y cansancio que cargaba sobre su espalda.

La ayuda de Jorge llegó en el momento justo.

Después de un año de haber ocurrido este rescate, el buen hombre decidió compartir su experiencia a través del grupo de Facebook Huellitas de amor. Jorge publicó una serie de fotografías que tituló “El amor todo lo puede”.

“Así lo encontré, lo bañé y sí cambió con el baño. Hoy, después de un año que lo rescaté vive así feliz, libre todo maltrato. Con un poquito de amor se puede hacer mucho”, comentó Jorge en la publicación.

El cambio que mostró el peludo es sorprendente y sin duda todo es gracias al cariño y los cuidados de Jorge.

Dar a conocer su caso no es un modo de buscar elogios, al contrario, sirve de inspiración para que otras personas entiendan que para ayudar no hay que ser millonario. Además, deja entrever que hacer el bien es responsabilidad de todos y no sólo los refugios están para ayudar a estos peludos.

Felicitamos a Jorge por su hermosa acción, ahora él ganó a un leal compañero. Comparte este emotivo caso y multipliquemos las buenas acciones. ¡Juntos podemos hacer un cambio!

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