Con sus patitas paralizadas, luchaba por vivir y rogaba por una segunda oportunidad

Son muchos los peluditos que logran salir adelante gracias al infinito amor y dedicación de amante de los animales, dispuestos a darles segundas oportunidades a los más vulnerables cuando creían que todo estaba perdido.

Esta es la historia de Giselle, una hermosa gatita que fue atropellada cuando era muy pequeña, indefensa y muy herida quedó tendida en la calle hasta que un cuidador de la colonia de gatos salvajes de Tucson, Arizona, en Estados Unidos le brindó ayuda.

La gatita fue atropellada mientras intentaba cruzar la calle.

El hombre trasladó a Giselle al centro clínico veterinario más cercano donde le realizaron el tratamiento correspondiente. Lamentablemente, el accidente la dejó con parálisis de sus patitas traseras.

La vida de la gatita había cambiado para siempre, pero ahora estaba en las mejores manos, Pima Animal Care Center se enteró de su situación y decidió acogerla.

Sabía que estaba en buenas manos y respondía con ternura ante los cuidados de los voluntarios.

Ellos se encargaron de buscarle un cuidador temporal que la atendiera en todo momento, durante varios días estuvo en buenas manos y disfrutó de la compañía, pero debido a su delicada situación, Giselle necesitaba un hogar de acogida con voluntarios de mayor experiencia.

Su condición no le impide disfrutar y crear grandes aventuras.

Solo poco después, la fundadora de With Grace, Danielle, se enteró de la situación de la gatita y decidió ayudarla.

Giselle fue traslada por Leanne M. una voluntaria de Swatt Rescue desde Tucson hasta Las Vegas, donde la esperaba felizmente su nueva familia de acogida. Al respecto Danielle comentó:

“Es realmente sorprendente lo que se puede lograr cuando tantas personas trabajan juntas para salvar una vida. Cuando vi a Giselle, supe que había algo especial en ella. Mi miró con esos ojos grandes y me derretí.”

A pesar de que la mitad de su cuerpo estaba paralizado, la pequeña Giselle logró moverse con facilidad, buscó su propia forma de caminar y rápidamente demostró que nada la detendría para disfrutar de esta nueva vida.

Al llegar a su nueva casa, dio un largo recorrido por toda la habitación usando sus patitas delanteras, sin duda, toda una guerrera.

Giselle ama perseguir sus juguetes.

Esta hermosa gatita parece no detenerse pese a su condición. Siempre busca la manera de hacer todo lo que hacen los demás gatos, para Giselle no hay ningún problema físico, solo la emoción de jugar y conquistar el corazón de su nueva familia de acogida. Danielle destacó:

“Es la gatita más tranquila que he cuidado en mi vida. Ella no sabe que es diferente a cualquier otro gato. Actualmente le estamos enseñando a usar rampas para subir a los muebles, para que no se sienta excluida y pueda ir a donde quiera”.

Cada vez que tiene la oportunidad, esta adorable bola de pelos sube al sofá y se acurruca al lado de su nueva persona favorita.

Cuando no está acurrucada, disfruta recorrer cada rincón de la casa o intentando crear un vínculo con los otros gatitos.

“Ella entiende que necesitan tiempo para que se acerquen a ella y les da el espacio para hacerlo. Ella es única y es realmente especial ver su personalidad.” Dice Danielle.

Por su condición, Giselle no usa caja de arena, algunas veces necesita ayuda de sus cuidadores para hacer sus necesidades, aparte de esto, no requiere de ningún otro cuidado en especial.

La gatita crece cada día más y deja claro que para ella no hay obstáculos, solo la oportunidad de demostrar que es una gatita como cualquier otra aunque luzca diferente.

“Cuidar gatos que tienen una condición especial es una experiencia muy inspiradora. No saben que son diferentes y cuando se proponen a lograr algo, nada puede detenerlos», dijo un voluntario del refugio.

La vida para Giselle comenzó superando grandes retos. Después de un comienzo difícil ahora disfruta de la comodidad de un hogar al lado de maravillosas personas.

Por ahora, sigue en su hogar de acogida volviéndose cada vez más fuerte y perfeccionando sus habilidades. Infinitas gracias a quienes hicieron esto posible.

Todos podemos ser parte de grandes historias si nos unimos y trabajamos por y para el bienestar de los peluditos más vulnerables. Comparte y anímate a ofrecer una segunda oportunidad.

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