La encuentran envuelta en una bolsa en las peores condiciones – No querían que manchara su auto

A esta chica la encontraron envuelta dentro de una bolsa plástica de basura, porque sus dueños la dejaron allí dentro, tirada en la entrada de un refugio.

A los 10 años de edad, Blackie se encontraba abandonada, con un tumor en la cola que sangraba sin parar. La envoltura con la bolsa se debía a que cuando iban a dejarla no querían que se ensuciaran los asientos del auto.

Al llegar al Carson Animal Shelter de Gardena, California, dejaron a Blackie allí dentro abandonada.

Simplemente se fueron, como si se tratara de dejar un objeto que ya no sirve más. Quienes hicieron esto son personas desalmadas incapaces de ver la bondad que hay en los perros. Esta chica necesitaba a sus dueños más que nunca, seguro les dio muchos momentos de felicidad, y así le pagaron…

En ese momento, cuando se encontraba enferma y malherida, el personal del refugio tuvo que dejarla dentro de un kennel en la sección de atención médica.

«Blackie fue entregada porque estaba sangrando mucho», dijo Kelly Smisek, directora ejecutiva de Frosted Faces Foundation (FFF), un grupo de rescate ubicado en San Diego.

Por fortuna, Blackie no tuvo que quedarse allí mucho tiempo, ya que después de que los voluntarios de FFF vieron un video de su caso, se dirigieron de inmediato al Carson Animal Shelter a buscarla.

No hacía falta analizar mucho su comportamiento para darse cuenta de que, a pesar de todo lo que le ha pasado, seguía siendo amigable.

«Está ansiosa por dar cariño, es curiosa y atenta, pero se nota que su amor no ha sido correspondido desde hace mucho tiempo»

Seguramente, Blackie sabía que estaba en buenas manos, porque cerca de Smisek se notaba completamente a gusto, al igual que con el resto de los voluntarios. «Durmió durante todo el viaje en auto, y cuando llegó a FFF, quiso oler a todo el mundo y a todas las cosas que la rodeaban», contó Smisek. Por supuesto, todos le devolvieron el cariño y la confianza. 

La cepillaron, la bañaron, le cortaron las uñas y le dieron una rica comida. «Mientras le preparábamos de comer hizo el clásico ladrido de perro sabueso».

A Blackie le encantaba la atención que recibía, pero seguía adolorida por el tumor. «Nos indicaba con la boca para corregirnos mientras la bañábamos, cuando por casualidad le tocábamos la cola».

Pronto la llevaron al hospital y le hicieron una cirugía. Se espera que se recupere por completo y una vez que eso ocurra, la pondrán en adopción.

«Es una chica leal y seguro encontrará rápido una familia, estoy segura», dijo Smisek. Mientras tanto, está muy bien acompañada. Son afortunados de tenerla en el refugio.

Frosted Faces Foundation

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