Con su cara hinchada y atada a una cerca esperaba su final, pero el amor borró tanto sufrimiento

Está más que demostrado que el castigo físico en los perros, además de ser cruel e injustificado porque no lo comprenden, no sirve de nada. Y no, no es agrediéndole como conseguirás que obedezca. Esto, no les hace aprender más rápido, ni nada; los perros que reciben malos tratos y sin razón, albergan mucho miedo dentro.

Esta es la triste historia de Jade, una perrita que fue encontrada y rescatada por un hombre con un corazón de oro, amarrada y con el rostro hinchado tras el trato que recibió de algún ser cruel y despiadado.

El hallazgo del animalito ocurrió en la localidad de Santissimo, en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil, en plena víspera de Año Nuevo. Imaginémonos, entonces, que mientras todos celebrábamos el inicio de un nuevo año, esta perrita estaba sufriendo horrores que no se pueden detallar.

Estaba atada a una cerca para impedirle escapar, incapaz de moverse, con su cabeza y rostro totalmente deformados. Sin embargo, gracias a la rápida acción de este buen samaritano, el 2021 llegó trayendo un final feliz a su trágica historia.

El vecino que la rescató, de nombre Randel Silva intentó alimentarla, pero la tremenda hinchazón no dejaban que el animalito en desgracia pudiera probar bocado alguno.

Silva se acercó en su vehículo y liberó a la pequeña de sus amarras para llevarla al veterinario; su rostro era desgarrador.

Tras varios días de antibióticos y de muchísimo amor y cuidados, Jade se ve hoy en día nuevamente como una perrita normal y feliz, tras sufrir este trato tan cruel e indigno que le produjo un gran sufrimiento físico y emocional. Su rescate y recuperación es un milagro.

“Su situación era desoladora. Tenía el rostro bañado en sangre y varios hematomas”, comentó Silva.

Una vez en la clínica veterinaria, el médico tratante aseguró que todas las lesiones indicaban que además de los traumatismos, padecía de anemia severa y deshidratación. Por fortuna, llegó allí justo a tiempo. Difícilmente hubiera aguantado un minuto más.

“Ahora la perrita come por su propia cuenta y su cara está notoriamente deshinchada, mas no totalmente sanada”, comentó su rescatista.

Como hemos visto, a Jade tan solo le faltaba sentir algo de cariño para dejar florecer plenamente su personalidad. Es una perrita muy dulce y juguetona, una inocente que no se merecía, bajo ningún concepto, el trato injusto y vil que se le dio. A pesar de su oscuro pasado, Jade adora interactuar con los humanos y es muy inteligente.

Aún deberá pasar algunas semanas en el hospital para animales, hasta que esté totalmente recuperada y pueda ser llevada a un centro de adopción que le provea de una nueva familia para siempre.

Comparte esta historia con final feliz con tus familiares, amigos y seres queridos. A fin de cuentas, la compasión de su héroe y la dedicación del veterinario borraron con su amor tanto sufrimiento.

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