El comercio de leones para la fabricación de medicinas y joyas podría causar otra pandemia

¿Hasta dónde es capaz de llegar la ambición humana? No lo sabemos, pero científicos comienzan a investigar algunas de sus consecuencias en un repugnante comercio que ha cobrado auge en Sudáfrica e involucra la vida de al menos 12.000 de leones criados en cautiverio.

Aunque el Rey de la selva es uno de los animales protegidos de ese país, además de constituir un símbolo dentro de su escudo nacional, el respeto por estas criaturas parece ir en detrimento en una nación con al menos 333 granjas de crianza en las que los utilizan para los más terribles fines.

Los felinos son utilizados para la cacería, llegado el momento los liberan en recintos cerrados para ser parte del más cruel juego en el que los cazadores pagan miles de dólares por participar y que seguramente terminará con alguna fotografía de ellos colgada en una red social, exhibiendo el cuerpo inerte de su víctima.

«¡Bravo señor cazador, ha acabado con la vida de una de las criaturas más hermosas del mundo y se ha ganado el repudio de miles de personas!»

Una investigación liderada por el ex vicepresidente de los Tory, Lord Ashcroft, ha revelado que estas criaturas crecen dentro de esas granjas en las peores condiciones. No sólo su final es triste, sino la vida que dentro de estos lugares les esperan. 

Cada año entre 600 y 1.000 leones son utilizados en las ‘cacerías enlatadas’ en Sudáfrica.

Según la investigación encubierta en la que participaron ex soldados del ejército británico y personal de servicios de seguridad, hay al menos unos 12.000 leones que son criados en cautiverio para ser parte de esta industria del terror en Sudáfrica.

Esto frente a la minúscula población de sólo 3.000 leones salvajes, deja al descubierto la ambición de estas personas.

Los leones muertos son utilizados para vender sus pieles y huesos en el comercio ilegal que genera millones de dólares al año. Y que además ha venido en aumento, gracias a la demanda de esqueletos de leones China y el sudeste asiático donde se utiliza para prácticas de medicinas tradicionales.

Un guardabosque sosteniendo el cráneo de un león.

En ocasiones los felinos aún están vivos en el momento de ser deshuesados, pues la sangre fresca que se derrama en ese momento tiñe sus huesos de un color rosa que termina haciéndolos más atractivos y costosos en el mercado. 

Los que muchos incautos no saben y que también se ha revelado con esta investigación es que estos leones generalmente están enfermos por botulismo, una infección potencialmente mortal que ataca el sistema nervioso puede ser transmitida a los humanos mediante esos huesos y pieles infectadas.

Es indignante imaginarse el infierno que viven estas criaturas.

El Dr. Peter Caldwell, que dirige una práctica veterinaria de vida silvestre en Pretoria, advierte sobre los contagios por botulismo. La infección de los leones en cautiverio también puede ocasionar enfermedades mortales a los humanos, incluida la tuberculosis, y podría provocar otra pandemia. 

“Los leones mastican esos huesos, obtienen la toxina, y eso puede paralizarlos. Si ese león muere de botulismo, las personas que lo criaron no desperdiciarán ese animal enterrándolo o quemándolo. En cambio, lo pondrán en el comercio de huesos y pieles de león”, afirmó el Dr. Caldwell. 

El Doctor Peter Caldwell atendiendo a un felino rescatado.

Para este especialista, el comercio desenfrenado de estos leones a Asia terminará por provocar una nueva pandemia y el asunto sería en cuestión de años si los gobiernos no hacen algo por detener esta atrocidad.

“Si no es tuberculosis, será brucelosis o una de esas enfermedades que pueden transferirse fácilmente de animales a humanos. Entonces, ¿estamos caminando dormidos directamente hacia una nueva gran crisis de salud pública con la industria del hueso de león en su núcleo? Me temo que así es”, afirmó.

Según el especialista de la salud, el asunto es realmente grave y no es necesario que surja ninguna enfermedad nueva pues «podría ser un aumento repentino de una enfermedad que existente, o podría ser una infección nueva y aterradora, al igual que COVID-19». 

Un cachorro de león en una de las granjas del terror que hay en Sudáfrica.

Para aquellos a los que incluso les importa muy poco lo que sucede con estas criaturas y el dolor al que son expuestas, deberían al menos preocuparse por el destino de la humanidad. La ferocidad de la vida que lleva el hombre actualmente parece no permitirle ver no sólo el daño que hace a otras especies sino ese camino automático hasta nuestra autodestrucción.

Estos animales no merecen tanto sufrimiento y esto debe parar pero nada sucederá si nadie denuncia, por favor comparte esta información en tus redes y ayúdanos a darle visibilidad a este problema ¡Comparte y que el mundo se entere!

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