El pato que el perro encontró en el estanque se niega a separarse de él

Un perro y un pato han captado la atención de miles de personas que miran con asombro cómo el ave se aferra a quien considera su mejor compañía.

La amistad entre los animales es un ejemplo que todos los humanos deberíamos seguir, ellos son seres muy especiales que a pesar de sus diferencias son capaces de quererse y acompañarse siempre.

Pero sobre todo, los animales saben amar sin condiciones ni espacio para las diferencias. Para ellos, no existe nada que les impida sensibilizarse con el dolor de los demás, ni ofrecerles lo mejor de sí.

Daffy y McGee son dos animales de especies distintas y que son un ejemplo para el mundo.

Daffy es un pato que llegó al estanque de la casa de Evan Hastings, quien es la madre humana de McGee, un adorable perrito de 6 años que tiene un gran corazón y sentido de protección muy especial para cuidar a los más necesitados.

“McGee es un perro maravilloso y amigable sin un hueso malo en su cuerpo”, es como describe Evan a su mascota.

El dulce pato se la pasaba en el estanque que está detrás de la casa de Evan y cuando McGee lo descubrió no se separó de él ni un instante.

Una vez que Daffy y McGee se conocieron se hicieron los mejores amigos. Desde entonces nadan, juegan y duermen juntos. Son inseparables.

El cachorro es muy cariñoso con el pato, mostrando siempre mucha paciencia cuando Daffy se pone muy pegajoso.

“Creo que el pato se sintió solo y comenzó a acosar a McGee y después de eso se convirtieron en los mejores amigos”, dijo Evan.

Daffy, ahora pasa sus días tomando sol junto a McGee. Este adorable pato sabe muy bien cuando no es el centro de atención de su amigo peludo, es por eso que constantemente intenta hacer cosas para que McGee se de cuenta de su presencia.

Este cachorro es increíblemente paciente. Incluso comparte su comida con Daffy todas las mañanas en el mismo tazón. Es una amistad grandiosa la de esta peculiar pareja que actúa como si fueran de la misma especie.

Juntos son los mejores compañeros de aventuras y enternecen a quienes los ven comportándose como cómplices y amigos.

“Durante el día, McGee seguramente está tumbado en la hierba y el pato también estará boca arriba”, dijo Evan.

A pesar de la enorme paciencia de este cachorro puede demostrar algunos signos de cansancio cuando por alguna razón el pato Daffy no deja de picotearlo.

No todos los días se ve a un pato siendo el mejor amigo de un perro

pato

Lo cierto es que este par, aunque sean disparejos, son la pareja más feliz y amigable que Evan haya conocido.

Detrás de esta amistad, hay una enseñanza para todos los seres humanos. Ellos nos invitan a dejar de lado los prejuicios y a amar sin condiciones ni diferencias.

“Cuando nadan juntos, Daffy siempre trata de ponerse de espaldas. A veces, cuando está en la parte alta del estanque levanta las alas, y es muy gracioso”, dijo Evan.

Nadan juntos, saltan por todo el estaque, realmente Daffy no se aleja de McGee ni siquiera durante la noche.

El pato quiere asegurarse de que leal amigo esté disponible solo para él y se encarga de dejar claro que no desea que ningún otro de su especie se le acerque.

Su comportamiento intentando ahuyentar a los demás patos que intentan jugar con el perro no deja indiferente a nadie. Es muy astuto y sabe que es afortunado al contar con él.

“Tengo dos perros beagle y el pato los persigue hasta la perrera. Por alguna razón, Daffy no los quiere cerca de McGee, tal vez para poder tenerlo solo para él”, agregó Evan.

Este dulce perro y el adorable pato protagonizan una historia encantadora que nos demuestra que no hay límites cuando se trata de una verdadera amistad. Los animales nos dan lecciones de vida muy valiosas que siempre deberíamos tener presentes.

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