¿Alguna vez has oído hablar de Sufferfest? Este término no tiene una traducción literal al español, pero tiene que ver con mucho dolor, aventura extrema y riesgo. Suena horrible, ¿no? Afortunadamente, no es tan malo como parece.
Ese es el nombre que los aventureros épicos Cedar Wright y Alex Honnold dan a las exploraciones que documentan para National Geographic. En su última caminata (o Sufferfest), recorrieron en bicicleta casi 800 millas en el suroeste de Estados Unidos.
El perrito fue hallado por casualidad durmiendo en un neumático viejo
Para completar la travesía, subieron 45 montañas mientras estaban allí. Ahora ya entiendes por qué se llama Sufferfest y qué es lo que lo ha hecho tan popular entre algunos amantes de los deportes extremos.
Estos aventureros estaban en medio de su segunda expedición cuando se encontraron con algo completamente inesperado: ¡un cachorro! Estaba abandonado y había optado por usar un neumático viejo para resguardarse del frío. Cedar y Alex, sin importar los riesgos de su viaje, no podían sencillamente darse la vuelta y dejarlo.
Esta es la historia de Cedar, Alex y un cachorrito al que salvaron la vida
Cedar fue el encargado de descubrir a este perrito en medio del desierto. Detuvo su bicicleta para apartarse un poco del camino y escuchó un llanto que llamó su atención. Fue entonces cuando se dio cuenta de que quien lloraba, era un chiquillo abandonado.
Apodaron al cachorro Sufferpup. Aunque el nombre no es precisamente el mejor para un cachorro, se ajustaba bastante bien para su espacio de aventuras… A fin de cuentas el perrito se había convertido en un miembro más de la exploración.
Cedar y Alex decidieron cuidar del pequeño todo el tiempo que estuvieran en el desierto. Lo alimentaron con algunos de los víveres que llevaban consigo y le permitieron dormir con ellos en sus sacos, mientras en el día lo llevaban dentro de sus mochilas.
La conexión con el pequeño cachorro fue tal, que Cedar y Alex no creen que hubieran podido completar el recorrido sin la alegría que le producía llegar cada día y encontrar a Sufferpup en su campamento. Podía pasar horas jugando con el chiquillo y disfrutando de su compañía.
Para Cedar y Alex este nuevo miembro del equipo se convirtió en una alegría
Entonces llegó el momento de salir del desierto y volver a la civilización, pero Cedar y Alex no estaban dispuestos a dejar a Sufferpup atrás. Fue entonces cuando Cedar se encargó de recurrir a sus amigos para hallarle el hogar perfecto a este perrito y todo salió a pedir de boca.
Sufferpup salió del desierto rumbo a su nuevo hogar, donde sus amigos aventureros lo visitan de vez en cuando.
Gracias a estos exploradores, este cachorro encontró una segunda oportunidad fuera del desierto
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