Gatito diminuto que entraba en una caja de pañuelos da un gran cambio gracias al amor

Después de su nacimiento, los gatitos necesitan de su madre para poder alimentarse y mantenerse sanos y salvo. Por desgracia, hay muchas ocasiones en las que nacen en las calles o son dejados a su suerte en medio de una peligrosa calle. Cuando nació Hanky, una linda gatita, todo apuntaba a que correría con la peor de las suertes. Se encontraba en la calle maullando con todas sus fuerzas en busca de su madre o de alguien que se apiadara de ella.

“Es difícil de creer que un gatito tan pequeño pueda tener tanta ternura”

Por fortuna, alguien la encontró y decidió dar unos minutos de su tiempo para poder ayudarla. Su amable rescatista no contaba con los medios para encargarse de ella, así que se dirigió rápidamente a una tienda de mascotas en busca de algún especialista que pudiera tomarla bajo su cuidado. Era tan pequeña que tenía el tamaño de un cepillo de dientes y cabía en una caja de pañuelos.

“Es muy pequeña para su edad pero tiene un gran espíritu y no para de ronronear”.

En Petco no se encuentran capacitados para recibir gatitos huérfanos pero sabían muy bien a quién llamar en una situación así. Contactaron a Hannah Shaw, rescatista y fundadora del refugio Kitten Lady. En cuanto conoció a la hermosa Hanky supo que necesitaba ayuda lo más pronto posible. Era mucho más pequeña de lo que debía ser un gatito de su edad y además tenía muchas pulgas.

“Tenía 4 días y pesaba 80 gramos. Estaba deshidratada y las pulgas eran muy peligrosas ya que un gatito tan pequeño no puede darse el lujo de perder sangre”.

Hannah le dio un buen baño a Hanky y se dispuso a quitarle todas las pulgas. La linda gatita devoró dos raciones de comida y al probar un deliciosa camita caliente comenzó a ronronear de alegría. Se había dado cuenta de que ya se encontraba a salvo. La recuperación de Hanky fue maravillosa. Con el paso de las semanas comenzó a ganar peso y tenía mucha energía para jugar y curiosearlo todo a su alrededor.

El gatito fue hallado en la ciudad de Spring Valley en California.

Andrew Marttila se ofreció para darle un hogar temporal y la linda gatita adoraba tomar siestas en su pecho. Allí conoció a otro gatito que se encontraba recuperándose de su vida en la calle, Kodi, y no tardaron en volverse los mejores amigos.

Los dos gatitos fueron adoptados por una hermosa familia.

Esta linda gatita logró sobrevivir gracias a que alguien se tomó unos minutos para salvarla de la calle y entregarla en una tienda de mascotas. Aunque no todos seamos rescatistas expertos, unos minutos bastan para cambiar para siempre la vida de un animal.

Comparte esta bonita historia para recordar lo mucho que podemos ayudar con un poco de nuestro tiempo.

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